VATICANO - Ordenados en San Pedro 4 sacerdotes y 17 diáconos del Colegio Urbano: “el Príncipe de los Apóstoles, mirándoos a los ojos, renueva su asombro por la fidelidad con que Cristo ama, santifica y renueva su Iglesia”

lunes, 14 mayo 2012

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – “Hoy, en verdad, es un día memorable para todos ustedes: tanto para los diecisiete que con el diaconado entran a formar parte del clero, consagrando la propia vida al servicio de la Iglesia, como también y especialmente, para los cuatro diáconos que reciben la Orden del Sacerdocio”. Con estas palabras el Cardenal Fernando Filoni, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, se ha dirigido a los 21 estudiantes del Colegio Pontificio Urbano “de Propaganda Fide”, provenientes de África, Asia, América y Oceanía, durante la misa de ordenación diaconal y presbiteral que ha presidido en la Basílica Vaticana en la tarde del sábado, 12 de mayo (véase Fides 12/5/2012).
Dirigiéndose a los nuevos diáconos, el Cardenal Filoni, ha recordado que “quién recibe esta orden, se pone al servicio del Altar, de la Palabra de Dios y de la caridad. Pero sobre todo lo que lo caracteriza es su configuración con Cristo - siervo, que en la humildad y el despojo se hizo hombre de Dios y para Dios, hombre para los demás”. Por lo que ha invitado a los ordenandos a que ejerzan su servicio “con alegría y generosidad”. “Habéis elegido pertenecer totalmente a Cristo y a la Iglesia mediante la elección de la vida célibe - continua el Cardenal -. vosotros sabéis que no se trata de que el amor por una mujer, al cual se inclina la naturaleza, no sea bello y noble, sino que este amor generoso y total a Cristo y a su Iglesia es el más alto y bello. Libre de condicionamientos humanos, estáis listos para ejercer vuestro ministerio diaconal hacia todos, especialmente hacia los pobres y los necesitados, conforme a Cristo, que se inclino con amor hacia los pecadores y los últimos”.
También el sacerdote, como el diácono, ha dicho el Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, “debe cultivar una vida interior extraordinaria; es más, diría que la dimensión interior del estado sacerdotal no puede faltar en absoluto, y en el más alto grado, para no caer en el peligro de convertirse en profesionales de las cosas divinas”. El sacerdote es “el amigo con el que habla Jesús; es el que tiene el más alto grado de amigo de Cristo”. (SL) (Agencia Fides 14/05/2012)


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