AFRICA/GUINEA BISSAU - Continúan difundiéndose las peores formas de trabajo infantil

jueves, 13 octubre 2011

Bissau (Agencia Fides) - En Guinea Bissau y Mauritania, a pesar de la ley que lo impide, continúan todavía las peores formas de explotación infantil. En Mauritania, la ley prohíbe el trabajo de los niños menores de 14 años, y castiga a los que contravengan esta norma. La realidad, según un reciente informe de la International Trade Unions Federation (ITUC), es diferente y los niños de ese grupo de edad siguen siendo enviados a trabajar, a menudo en condiciones de esclavitud. Mientras que la mayoría de los niños y niñas son utilizados para trabajos domésticos en casas durante 10 horas al día, los chicos se ven obligados a mendigar o a ser enviados a trabajar en la industria de la construcción, en los autobuses, o a inscribirse en las bandas de delincuentes. En las zonas rurales los niños se ven obligados a trabajar en los campos o con los animales durante 16 horas al día, así como a sufrir una gran cantidad de violencia. Según la investigación de la SOS Slavery de 2009, un quinto de la población de Mauritania se somete a diversas formas de esclavitud.
No es muy distinta la situación en Guinea, donde la ley prohíbe el empleo de niños menores de 16 años, pero en realidad están siendo explotados en las granjas, en minas y la pesca. Según el ITUC, algunos niños trabajan en las minas desde los 5 años durante 16 horas al día, 7 días a la semana. Otro de los problemas sociales es la trata de niños. Todavía hay muchos niños obligados a mendigar y otras actividades ilegales. En las sociedades más pobres de África occidental eel trabajo infantil rural se considera un fenómeno normal, una forma de educar a los niños y asegurar su futuro trabajo. En Guinea, por ejemplo, se cree que hacer trabajar a un niño en una familia es beneficioso para el mismo niño. Muchas familias pobres no tienen otra opción que enviar a sus hijos a trabajar. Entre las prioridades del ITUC está la búsqueda cuidadosa de los casos de niños obligados a trabajar para pagar su educación religiosa, y más procedimientos judiciales para aquellos que requieren niños para trabajar. Sin embargo, dada la realidad, es igualmente importante mejorar las condiciones de miles de niños que, inevitablemente, terminan trabajando, y encontrar una manera de ayudarles también a ir a la escuela. (AP) (Agencia Fides 13/10/2011)


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