VATICANO - Benedicto XVI en la audiencia general: “La Iglesia en China, sobre todo en estos momentos, necesita las oraciones de la Iglesia Universal”

jueves, 19 mayo 2011

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Al final de la audiencia general del miércoles 18 de mayo, celebrada en la Plaza de San Pedro, Benedicto XVI ha invitado a rezar por la Iglesia en China, con estas palabras: “Durante el tiempo pascual, la liturgia canta a Cristo resucitado de entre los muertos, victorioso sobre la muerte y el pecado, vivo y presente en la vida de la Iglesia y en las vicisitudes del mundo. La Buena Noticia del Amor de Dios revelada en Cristo, el Cordero inmolado, el Buen Pastor que da su vida por los suyos, se expande sin cesar hasta los confines de la tierra y al mismo tiempo, encuentra rechazo y obstáculos en todas las partes del mundo. Como entonces, también hoy, desde la Cruz a la Resurrección. El próximo martes, 24 de mayo, se celebra la memoria litúrgica de Nuestra Señora, Auxilio de los Cristianos, que es especialmente venerada en el Santuario de Sheshan, en Shangha toda la Iglesia se une en oración con la Iglesia en China. Allí, como en otras partes, es Cristo quien vive su pasión. Mientras aumenta el número de los que lo acepten como su Señor, Cristo es rechazado por otros, ignorado o perseguido: "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?" (Hechos 9;4). La Iglesia en China, sobre todo en estos momentos, necesita las oraciones de la Iglesia Universal. Invito, en primer lugar, a todos los católicos chinos a que continúen intensificando sus oraciones, especialmente a María, la Virgen fuerte. Pero también a todos los católicos del mundo a rezar por la Iglesia en China debe ser un compromiso: los fieles de allí tienen derecho a nuestras oraciones, necesitan nuestras oraciones.
Sabemos por los Hechos de los Apóstoles que, cuando Pedro estaba en la cárcel, todos oraron con fuerza y obtuvieron que un ángel lo liberase. También nosotros hacemos lo mismo: rezar juntos intensamente, por esta iglesia, confiando en que a través de la oración, podemos hacer algo real por ella. Los chinos católicos, como han dicho muchas veces, quieren la unidad con la Iglesia universal, con el Pastor supremo, con el Sucesor de Pedro. Con la oración podemos obtener que la Iglesia en China siga siendo una, santa y católica, fiel y firme en la doctrina y en la disciplina eclesiástica. Esta merece todo nuestro afecto.
Sabemos que, entre nuestros hermanos obispos, hay algunos que sufren presiones para ejercer su ministerio episcopal. A ellos, a los sacerdotes y a todos los católicos que experimentan dificultades en la libre profesión de su fe, expresamos nuestra cercanía. Con nuestra oración -dijo- podemos ayudarles a encontrar el camino para mantener viva la fe, fuerte la esperanza, ardiente la caridad con todos e íntegra la eclesiología que hemos heredado del Señor y de los Apóstoles y que se nos ha transmitido con fidelidad hasta nuestros días. Con la oración “podemos obtener que su deseo de estar en la Iglesia una y universal supere la tentación de un camino independiente de Pedro. La oración puede obtener para ellos y para nosotros, la alegría y la fuerza para anunciar y testimoniar, con toda confianza y sin obstáculos, a Jesucristo crucificado y resucitado, el Hombre nuevo, vencedor del pecado y de la muerte.
Con todos vosotros pido a María que interceda para que cada uno de ellos se conforme cada vez más estrechamente a Cristo y se done con una generosidad siempre nueva a los hermanos.
A María pido que ilumine a los que dudan, vuelva a llamar a los que se han perdido, consuele a los afligidos y fortalezca a los que están tentados por los encantos del oportunismo. Virgen María, Auxilio de los cristianos, Nuestra Señora de Sheshan, ¡ruega por nosotros!” (SL) (Agencia Fides 19/05/2011)


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