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Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – “Damos gracias a Dios por haber puesto en nuestro camino un verdadero mártir, que es un testimonio de la fe cristiana, que ha sido capaz de ‘decir’ y ‘hacer’. Shahbaz Bhatti nos recuerda que en la cruz se encuentra la verdadera esperanza: la Cruz nos invita a dar la vida por nuestros hermanos": es cuanto ha dicho el cardenal Jaen-Louis Tauran, presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, celebrando la Santa Misa en sufragio por el Ministro Shahbaz Bhatti, asesinado el 2 de marzo en Islamabad. La Eucaristía, promovida por la Asociación de paquistaníes cristianos en Italia, (véase Fides 4/3/2011), ha sido celebrada en Roma en el Colegio Pontificio de San Pedro Apóstol, en presencia de una gran comunidad de sacerdotes, seminaristas, religiosas y laicos de Pakistán, en un clima de oración y de emoción sincera.
El cardenal ha recordado que "ser cristiano es hacer siempre una elección: entre la luz y la oscuridad, entre la fe y la ley, entre la vida y la muerte, entre el Dios revelado por Jesús y la sabiduría de los hombres, entre servir y dominar". Y Shahbaz Bhatti en su “vida luminosa", "había elegido a Cristo como Salvador, la Iglesia como madre, todo ser humano como hermano. Su vida fue y permanecerá para siempre como una vida inmolada, un sacrificio ofrecido a Dios. Tal como él deseaba, lo encontramos a los pies de la cruz de Jesús”.
El Prelado ha citado una frase del testamento espiritual del Ministro: “No quiero popularidad, ni posiciones de poder; sólo quiero un lugar a los pies de Jesús’”, invitando a la asamblea a "dejarse tomar po la mano de nuestro amigo Shahbaz Bhatti" y a seguirlo "hasta la cruz de Jesús".
Y ha añadido: "Damos gracias a Dios por haber puesto en nuestro
camino a este autentico mártir, que es un testimonio de la fe cristiana, que nos recuerda que en la cruz está la verdadera esperanza: la Cruz nos anima a dar la vida por los hermanos. La Cruz nos recuerda que el amor es más fuerte que el odio. La cruz significa que Dios es siempre más grande que nosotros los hombres y, sobre todo, que la vida es más fuerte que la muerte”. Shahbaz Bhatti ha podido decir: “¡No tengo nada más que decir, dedico mi vida a Jesús!”, “ha sido capaz de compartir con muchos en Pakistán el amor cristiano que no excluye a nadie".
El Cardenal también ha recordado su visita a Pakistán en noviembre de 2010, confirmando que el Ministro Bhatti le dijo “Sé que moriré asesinado, pero ofrezco mi vida como testimonio de Jesús y por el diálogo interreligioso’”.
Concluyendo su homilía, el Cardenal Tauran ha ofrecido un "mensaje de comunión en la fe, en la esperanza y en la caridad, a todos nuestros hermanos y hermanas católicos en Pakistán". A continuación, ha citado el mensaje de Benedicto XVI para la Jornada Mundial de la Paz 2011, en la que el Papa invita "a los líderes de las grandes religiones del mundo y a los responsables de las naciones para que renueven su compromiso con la promoción y protección de la libertad religiosa, en particular, la defensa de las minorías religiosas”.
El Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz, que estaba presente en la misa con una delegación, ha expresado sus condolencias a la comunidad católica en Pakistán y ha pedido al gobierno de Pakistán que persiga a los culpables del asesinato, que proteja a las minorías religiosas, que trabaje por la tutela de los derechos humanos, de la libertad religiosa y del Estado de Derecho en Pakistán. (PA) (Agencia Fides 7/3/2011)
