VATICANO - En la solemnidad de la Epifanía, la jornada de la Infancia Misionera

miércoles, 5 enero 2011

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - “Los niños ayudan a los niños” es el slogan que distingue en todas las latitudes a la Obra Pontificia de la Infancia Misionera (POIM), una de las cuatro Obras Pontificias Misioneras, presente actualmente en unos 150 países del mundo. El punto principal de la Obra es el papel que los «pequeños» tienen de frente al anuncio del Evangelio y en el dar testimonio del Amor del Padre aliviando los sufrimientos de sus coetáneos. En la solemnidad de la Epifanía, o según las exigencias pastorales locales en otro domingo cercano a esta fecha, los niños de la POIM de todas las diócesis del mundo, además de animar iniciativas para la sensibilización y la recogida de fondos, están invitados a presentar los ahorros de todo el año y las donaciones recogidas durante las actividades realizadas durante el Adviento y la Navidad.
Con los fondos recaudados se sostienen cientos de proyectos en beneficio de millones de niños de todo el mundo: se distribuyen alimentos, ropa, medicinas, material escolar. Se promueve la creación o el mantenimiento de escuelas, orfanatos, clínicas, hospitales, centros de catequesis o de recuperación. También se apoyan iniciativas en los ámbitos de la pastoral de la infancia, la catequesis, la educación preescolar y escolar, la defensa de la vida, de la educación cristiana y misionera.
Durante el año 2010, la asamblea General de las Obras Misioneras Pontificias, tomando en examen las peticiones que le han llegado a las POIM, ha asignado ayudas por un total de 18.960.600 $ (3.976.000 $ de ayudas ordinarias y 14.984.600 $ de ayudas extraordinarias). El reparto de las ayudas por continente es la siguiente: África 11.339.800 $ (1.508 proyectos); América 1.041.400 $ (137 proyectos); Asia 6.182.800 $ (1.122 proyectos); Europa 118.900 $ (31 proyectos); Oceanía 277.700 $ (45 proyectos). A éstos se deben añadir 197.466,58 $ de ayudas a las Direcciones nacionales.
Con respecto a los proyectos aprobados: 497 conciernen a la pastoral de la infancia, 64 a la animación y la formación misionera, 105 a la educación pre-escolástica, 1.081 a la educación escolar, 281 a la formación cristiana, 815 a la protección de la vida. Por un total de 2.843 proyectos.
Este intenso movimiento de ayuda “de parte de los pequeños a los pequeños” se debe a la inspiración de un Obispo francés, Mons. Charles August Marie de Forbin-Janson (1785-1844), Obispo de Nancy, el cual, a mitad del 1800, quedó fuertemente impresionado al conocer a través de las cartas que llegaban de los Misioneros, especialmente de la China, los sufrimientos a los que estaban sometidos los niños. Su fuerte tensión misionera encontró salida en la devoción al Niño Jesús, que difundía por todas partes y a la que dio una perspectiva misionera. De hecho, el mismo nombre “Santa Infancia” (hoy Obra Pontificia de la Infancia Misionera), expresaba la voluntad de poner la Asociación bajo la protección del Niño Jesús. La fecha que oficialmente señala el inicio de la Obra es el 19 de mayo de 1843. La intuición de Mons. de Forbin-Janson fue la de crear un movimiento de niños cristianos para ayudar a los niños que no conocían el Evangelio a encontrar al Señor y a salvarles de la muerte. La Obra encontró el favor general de las personas y de las instituciones más empeñadas en la educación de los niños, y conoció así un desarrollo muy rápido en Europa y en América del Norte. Papa León XIII, que la promovió con la encíclica “Sancta Dei Civitas” (3 de diciembre de 1880) y el día 3 de mayo de 1922, Pío XI le concedió el título de “Pontificia”.
En la actualidad, la Obra Pontificia de la Infancia Misionera, a través de las Direcciones Nacionales en los distintos países en todos los continentes, promueve iniciativas de formación y animación con el fin de suscitar en los niños y muchachos la participación en la misión universal, la solidaridad con sus coetáneos menos afortunados que ellos y su participación en actividades misioneras, involucrando a las familias, parroquias, escuelas, maestros, catequistas y profesores.
Durante su visita a Austria en septiembre de 2007, el Santo Padre Benedicto XVI, se dirigió a los niños de la Poim: "Veo en vosotros a unos pequeños colaboradores al servicio que el Papa dona a la Iglesia y al mundo: vosotros me sostenéis con vuestra oración y con vuestro compromiso de difundir el Evangelio”. (SL) (Agencia Fides 05/01/2011)


Compartir: