VATICANO - “También en el campo de la salud es importante instaurar una verdadera justicia distributiva que garantice a todos, sobre la base de las necesidades objetivas, curas adecuadas”: Mensaje de Benedicto XVI

jueves, 18 noviembre 2010

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – “La salud es un bien precioso para la persona y la colectividad que hay que promover, conservar y tutelar, dedicando medios, recursos y energías necesarias para que más personas puedan acceder a ella. Por desgracia, aún hoy permanece el problema de muchas poblaciones del mundo que no tienen acceso a los recursos necesarios para satisfacer las necesidades fundamentales, de forma particular en lo que respecta a la salud. es necesario obrar con mayor empeño en todos los niveles para que el derecho a la salud sea efectivo, favoreciendo el acceso a las atenciones sanitarias primarias”. Lo afirma el Santo Padre Benedicto XVI en el mensaje que ha enviado a los participantes en la XXV Conferencia Internacional promovida por el Pontificio Consejo para la Pastoral Sanitaria, el 18 y 19 de noviembre, sobre el tema: "Caritas in Veritate - Para un cuidado de la salud igualitaria y humana".
El Papa recuerda que la Conferencia se inserta bien en el año celebrativo de los 25 años de la institución del Dicasterio y que “En nuestra época se asiste, por una parte, a una atención a la salud que corre el riesgo de transformarse en consumismo farmacológico, médico y quirúrgico, llegando a ser casi un culto del cuerpo, y por otra parte, a la dificultad de millones de personas para acceder a condiciones de subsistencia mínimas y a fármacos indispensables para curarse”.
Benedicto XVI subraya que “también en el campo sanitario, parte integrante de la existencia de toda persona y del bien común, es importante instaurar una verdadera justicia distributiva que garantice a todos, sobre la base de las necesidades objetivas, curas adecuadas. En consecuencia, el mundo de la salud no puede sustraerse a las reglas morales que deben gobernarlo para que no se convierta en inhumano”. Además la Doctrina Social de la Iglesia ha puesto siempre de manifiesto “la importancia de la justicia distributiva y de la justicia social en los diversos sectores de las relaciones humanas” ha recordado el Pontífice.
“La comunidad cristiana, siguiendo las huellas de su Señor, ha cumplido con el mandato de ir al mundo a “enseñar y curar a los enfermos” y durante los siglos “ha advertido fuertemente el servicio a los enfermos y a los que sufren como parte integrante de su misión de dar testimonio de la salvación integral, que es salud del alma y del cuerpo” prosigue el mensaje que recuerda como el Pueblo de Dios ha unido siempre sus esfuerzos a los de tantos otros hombres y mujeres de buena voluntad para dar un rostro verdaderamente humano a los sistemas sanitarios”. El Papa remarca que “la justicia sanitaria debe ser una de las prioridades de los gobiernos e instituciones internacionales”.
Junto a los resultados positivos y alentadores, hay opiniones y formas de pensamiento como las relacionadas con la llamada "salud reproductiva", que hacen recurso a técnicas artificiales de procreación que implican la destrucción de embriones, o con la legalización de la eutanasia. Benedicto XVI ha remarcado que “el amor a la justicia, la protección de la vida desde su concepción hasta la muerte natural, el respeto de la dignidad de todo ser humano, deben ser sostenidos y testimoniados, incluso contra corriente: los valores éticos fundamentales son patrimonio común de la moralidad universal y base de la convivencia democrática”. Con este propósito a solicitado “el esfuerzo conjunto de todos …pero sobre todo una profunda conversión de la mirada interior. Sólo si se mira el mundo a través de los ojos del Creador, que es mirada de amor, la humanidad aprenderá a vivir en la tierra en paz y justicia, destinando con justicia la tierra y sus recursos para el bien de cada hombre y cada mujer”. (SL) (Agencia Fides 18/11/2010)


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