VATICANO - “No dejéis de alimentar en los fieles el sentido de pertenencia a la Iglesia y la alegría de la comunión fraterna”: el Papa a los Obispos de la región Leste 2 de Brasil

lunes, 21 junio 2010

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – “En cuanto maestros y doctores de la fe, tenéis la misión de enseñar con audacia la verdad que se debe creer y vivir, presentándola de manera auténtica”. Es la recomendación dirigida al Santo Padre Benedicto XVI a los Obispos de la región Leste 2 de Brasil, recibidos en audiencia el 19 de junio, con ocasión de la visita “Ad limina apostolorum”. El Papa repitió las palabras pronunciadas en la inauguración de la Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, en Aparecida: “la Iglesia tiene la gran tarea de conservar y nutrir la fe del pueblo de Dios, y también de recordar a los fieles (…) que, en virtud de su bautismo, están llamados a ser discípulos y misioneros de Jesucristo”; seguidamente, exhortó a los Obispos brasileños: “ayudad, pues, a los fieles confiados a vuestros cuidados pastorales a descubrir la alegría de la fe, la alegría de ser amados personalmente con Dios, que ofreció a su Hijo por nuestra salvación”.
Luego, haciendo alusión a “la triple función de enseñar, santificar y gobernar al pueblo de Dios”, asignada a los Sucesores de los Apóstoles, el Papa invitó a los Obispos a “hacer que la liturgia sea verdaderamente una epifanía del misterio, es decir, expresión de la naturaleza genuina de la Iglesia que rinde culto a Dios por Cristo en el Espíritu Santo”. De manera particular compete a los Obispos la responsabilidad de celebrar la Eucaristía y de favorecer la participación de los fieles en la mesa del Señor, sobre todo el domingo. Benedicto XVI los exhortó luego a “ser promotores y animadores de la oración en la ciudad humana, a veces agitada, ruidosa y que olvida a Dios: debéis crear lugares y ocasiones en los que el silencio, en la escucha de Dios, en la oración personal y comunitaria, el hombre pueda encontrar y tener la experiencia viva de Jesucristo que revela el rostro auténtico del Padre. Es necesario que las parroquias y santuarios, los ambientes de educación y de sufrimiento, así como las familias, se conviertan en lugares de comunión en el Señor”. Finalmente, el Obispos está llamado a “promover la participación de todos los fieles en la edificación de la Iglesia”, y a “legislar y ordenar la vida del pueblo de Dios confiado a sus cuidados pastorales, a través de directivas y sugerencias”. “Este derecho y deber –subrayó el Santo Padre– es importante para que la comunidad diocesana permanezca unida en su realidad interna y camine en sincera comunión de fe, amor y de disciplina con el Obispo de Roma y con toda la Iglesia. Por ello, no dejéis de alimentar en los fieles el sentido de pertenencia a la Iglesia y la alegría de la comunión fraterna”. El Pontífice recordó luego que el gobierno del Obispo será fructuoso pastoralmente sólo si “estará precedido de una buena credibilidad moral, que deriva de su santidad de vida. Esta credibilidad predispondrá a las mentes a acoger el Evangelio anunciado en su Iglesia, así como las normas que establecerá por el bien del Pueblo de Dios” (Exhortación Apostólica Pastores Gregis, 43). (SL) (Agencia Fides 21/06/2010)


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