VATICANO - El Arzobispo Tomasi: “alrededor del 70 por ciento de los 6,8 miles de millones de habitantes del mundo vive en países con altas restricciones sobre la religión, cuyo peso recae frecuentemente sobre las minorías religiosas”

sábado, 13 marzo 2010

Ginebra (Agencia Fides) – “En un cierto número de países la libertad de religión no está todavía plenamente garantizada. Recientes estudios indican que alrededor del 70 por ciento de los 6,8 miles de millones de habitantes del mundo vive en países con altas restricciones sobre la religión, cuyo peso recae frecuentemente sobre las minorías religiosas”. Son las palabras pronunciadas por el Arzobispo Silvano Tomasi, Observador permanente de la Santa Sede en la Oficina de las Naciones Unidas e Instituciones especializadas en Ginebra, en su intervención pronunciada el 12 de marzo, durante el Debate General sobre el punto 3 de la 13ª sesión del Consejo de Derechos Humanos.
El Arzobispo denunció que los derechos de las minorías religiosas “son violados gravemente, y su libertad de culto obstaculizada”; además en algunas regiones “los seguidores de las religiones de minoría, que no son reconocidas por la ley, deben profesar su fe en clandestinidad e ilegalmente, en medio del temor de penas y de persecución. En otros lugares, mientras el derecho a la libertad de religión es legalmente reconocido, las minorías religiosas son vejadas y perseguidas por parte de los miembros de la religión mayoritaria. Sus propiedades son dañadas, sus lugares de culto destruidos, sus vidas seriamente amenazadas. Estos actos criminales son frecuentemente realizados en total impunidad”.
Mons. Tomasi relevó asimismo que las Autoridades asisten sin hacer nada o demuestran un espíritu parcializado en los conflictos, de modo que “las víctimas han sido obligadas a renunciar a señalar la injusticia sufrida por miedo de ulteriores repercusiones negativas”, mientras los autores de dichos actos “se sienten alentados por la colusión silenciosa de las autoridades del Estado y por un sistema judicial que es ineficaz o parcial. Las cláusulas limitativas en los instrumentos internacionales no deben ser usadas en modo desproporcionado para afectar los derechos de las minorías étnicas y religiosas y de los opositores políticos, sino sólo para proteger y promover los derechos humanos de todos”.
El Representante de la Santa Sede invitó entonces a los Estados a “respetar y promover el derecho a la libertad de religión en todos sus aspectos, a través de la legislación nacional, incluyendo las sanciones adecuadas contra los transgresores, con el fin de erradicar la impunidad de modo eficaz”. El Estado, en efecto, tiene la responsabilidad de proteger los derechos humanos fundamentales de todas las personas en su territorio, y hasta que el Estado no esté en la capacidad o no quiera dar una protección jurídica eficaz para todos sus ciudadanos, “la continua persecución de las minorías étnicas y religiosas seguirá afligiendo el mundo y debilitando los derechos humanos de todos”. (SL) (Agencia Fides 13/03/2010; líneas palabras )


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