VATICANO - Concluye el VI Congreso mundial de la pastoral para los migrantes: “no podemos callar frente a quien especula con las vidas de los migrantes y refugiados”; se solicita la adopción y ratificación de las normativas internacionales que tutelan y promueven a la persona humana

jueves, 12 noviembre 2009

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – Concluyeron esta mañana los trabajos del VI Congreso Mundial de la Pastoral para los Migrantes y Refugiados, con la aprobación del Documento Final que será publicado lo antes posible. El Arzobispo Antonio Maria Vegliò, Presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Inmigrantes y de los Itinerantes, en su intervención conclusiva recordó que el Congreso se abrió “el día del aniversario de la Beatificación del Obispo Giovanni Battista Scalabrini, que el Siervo de Dios Juan Pablo II definió ‘Padre de los Migrantes’”, luego dirigió un agradecimiento al Santo Padre Benedicto XVI, por la audiencia concedida y por haber reafirmado que “la Iglesia invita a los fieles a abrir el corazón a los migrante y a sus familias, sabiendo que ellos no son sólo un ‘problema’, sino que constituyen un ‘recurso’ que debe ser valorado oportunamente para el camino de la humanidad y para su desarrollo auténtico”.
“El Senador Renato Giuseppe Schifani, luego, teniendo en consideración las cuestiones éticas y culturales conectadas con el fenómeno migratorio – prosiguió Mons. Vegliò –, dijo en esta aula que en el migrante y en el refugiado estamos llamados a reconocer ‘no un viandante, sino un compañero de viaje, a quien le debemos una palabra sincera y de verdad’. En efecto, nosotros añadimos, en nuestros trabajos del Congreso, una particular atención a la dimensión amplia y articulada de nuestra solicitud por los migrantes y refugiados, entendiendo así reafirmar la importancia prioritaria de la centralidad de la persona humana, tutelando siempre su dignidad, prescindiendo de su estatus jurídico – en la regularidad o en la irregularidad – y promoviendo su desarrollo integral. La persona, orientada a los valores trascendentes, vale más que las estructuras y las instituciones”.
“Así, no podemos callar frente a quien especula con las vidas de los migrantes y de los refugiados sobre todo alimentando el deplorable tráfico de seres humanos, la trata y el secuestro de quien se encuentra, a pesar suyo, en condiciones de vulnerabilidad. Éste vértice – concluyó el Arzobispo Vegliò – ofrece su voz, con coraje y determinación, a quien no tiene la posibilidad de hacerse escuchar, para que los Estados y sus Gobernantes, las instituciones civiles, sociales y formativas, en estrecha colaboración con las comunidades cristianas y con todos los hombres y las mujeres de buena voluntad, sean sensibles a los fenómenos de las migraciones y del refugio, solicitando también la adopción y ratificación de las normas internacionales que tutelan y promueven a la persona humana, creada a imagen de Dios y redimida por la sangre de Jesucristo”. (SL) (Agencia Fides 12/11/2009; líneas 30 palabras 422)


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