EUROPA/ITALIA - Al final del mes misionero, el Movimiento Juvenil Misionero da nuevo impulso al compromiso de proclamar el Evangelio del amor, siguiendo las huellas de Mons. Óscar Arnulfo Romero

sábado, 31 octubre 2009

Roma (Agencia Fides) – “Los últimos días de octubre, mes dedicado a las misiones, representan, cada año, el inicio de un nuevo camino misionero que durará y se renovará con la Jornada Mundial Misionera del año sucesivo”: así comienza el comunicado del Movimiento Juvenil Misionero enviado a Agencia Fides, que da un nuevo impulso a las reflexiones y al compromiso fruto del segundo Convenio Juvenil Misionero, realizado en Asís del 30 de abril al 3 de mayo del 2009, para sostener el camino en los próximos meses. “Ha sido un encuentro de rostros jóvenes provenientes de diversas diócesis –destaca el texto–, jóvenes apasionados por la misión, jóvenes deseosos de ser protagonistas del anuncio cristiano”.
De los talleres sobre nuevas temáticas misioneras han salido una serie de propuestas concretas, que los jóvenes están llamados a realizar en su propia vida cotidiana. Entre estas citamos: el compromiso por descubrir los propios talentos y ponerlos al servicio de los demás; comprometerse en primera persona y concretamente en la construcción de una economía compartida y participada que ponga en el centro al ser humano; hacerse disponibles como pareja y como familia a vivir la vocación misionera en la propia realidad local y parroquial; asumir un estilo de vida eco-sostenible; releer el estilo misionero de anuncio del Evangelio a la luz del contexto, de las situaciones, de las personas, de las propias culturas, de las “nuevas fronteras de evangelización”; pedir a nuestra Iglesia una “formación misionera permanente” que ayude a mirar al mundo con “ojos misioneros”; afirmar para todos el derecho humano fundamental a la salud, reafirmar la exigencia de mejorar el acceso a medicinas y a la atención básica también por parte de la población más pobre; dar un nuevo impulso a la inculturación del Evangelio; proponer un camino espiritual para nuestras comunidades que les ayude a acoger a los migrantes; afrontar los temas más actuales con las mujeres y los hombres de otras culturas y religiosas para descubrir juntos los compromisos pastorales que ellas comportan; frente a los mass media descubrir la urgencia de ser cristianos que buscan la verdad y el bien, sin dejarse “alienar por la magia de los instrumentos”, ayudar a los detenidos y detenidas a reconciliarse con la vida; relanzar, como Iglesia, la campaña contra la pena de muerte; comprometerse en la evangelización de los contextos de la mafia. La realización de estos compromisos encontrará un testigo de referencia en el Arzobispo Óscar Arnulfo Romero, de quien celebraremos próximamente el 30º aniversario de su muerte. “Él mismo, como buen pastor, a 30 años de su martirio, nos ayudará a descubrir, a través de algunas pistas pastorales, subsidios, documentos y testimonios, el sentido de la proclamación del Evangelio del Amor”, se dice en el comunicado. La parte culminante de este camino será un fin de semana misionero en el que los jóvenes se confrontarán con la figura de Mons. Romero como pastor, profeta y mártir. La cita es del 30 de abril al 2 de mayo de 2010, en la Casa Mundo Mejor, en Rocca di Papa (RM). (S.L.) (Agencia Fides 31/10/2009; líneas 36, palabras 537)


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