VATICANO - Despidiéndose de Castel Gandolfo, Benedicto XVI recuerda el ejemplo de Santa Teresa de Lisieux: “su testimonio muestra que sólo la palabra de Dios, acogida y comprendida en sus exigencias concretas, se convierte en fuente de vida renovada”

viernes, 2 octubre 2009

Castel Gandolfo (Agencia Fides) – “Hoy la Iglesia recuerda a santa Teresita del Niño Jesús, carmelita del monasterio de Lisieux. Su testimonio muestra que sólo la palabra de Dios, acogida y comprendida en sus exigencias concretas, se convierte en fuente de vida renovada”. Son las palabras con las que Benedicto XVI, despidiéndose de la Comunidad religiosa y civil de Castel Gandolfo, el 1 de octubre, recordó a la Santa Patrona de las Misiones en el día de su fiesta. “A nuestra sociedad, a menudo permeada por una cultura racionalista y de difundido materialismo práctico, la pequeña Teresa de Lisieux indica, como respuesta a los grandes interrogantes de la existencia, el ‘pequeño camino’, que mira en cambio a lo esencial de las cosas. Es el sendero humilde del amor, capaz de envolver y de dar sentido y valor a toda circunstancia humana. Queridos amigos, seguid el ejemplo de esta santa; el camino recorrido por ella está al alcance de todos, porque es el camino de la confianza total en Dios, que es Amor y que nunca nos abandona”. En su discurso, el Santo Padre agradeció por “la generosa dedicación y el trabajo competente” a las muchas personas que se ocupan de asegurar todo tipo de asistencia al Papa y a sus colaboradores, a los huéspedes y a los peregrinos que se dirigen a Castel Gandolfo, especialmente el domingo para el Ángelus. (SL) (Agencia Fides 2/10/2009; líneas 15, palabras 230)


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