VATICANO - Benedicto XVI a profesores y alumnos del Pontificio Seminario francés de Roma: "La tarea de formar sacerdotes es una misión delicada. La formación propuesta en el seminario es exigente, ya que será una porción del pueblo de Dios la que será confiada a la solicitud pastoral de los futuros sacerdotes, ese pueblo que Cristo ha salvado y por el que ha dado la propia vida"

lunes, 8 junio 2009

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - El Santo Padre Benedicto XVI ha recibido en audiencia el 6 de junio a profesores y alumnos del Pontificio Seminario francés de Roma, con ocasión del paso de dirección entre la Congregación del Espíritu Santo, que lo ha atendido desde la fundación y la Conferencia Episcopal Francesa que asume ahora su dirección. "Os acojo con alegría con ocasión de las celebraciones que marcan en estos días un momento importante de la historia del Pontificio Seminario francés de Roma - ha dicho el Papa al inicio de su discurso -. La Congregación del Espíritu Santo que, desde su fundación, había asumido la tutela, lo confía, después de siglo y medio de fiel servicio, a la Conferencia de los Obispos de Francia. Tenemos que dar gracias al Señor por la labor realizada en esta institución en que, desde su apertura, se han preparado cerca de 5000 seminaristas o jóvenes sacerdotes a su futura vocación".
El Santo Padre ha rendido homenaje al trabajo de los miembros de la Congregación del Espíritu Santo, Padres y Hermanos, confiando de modo particular al Señor "los apostolados que la Congregación fundada por el venerable Padre Liberman conserva y desarrolla en todo el mundo - y especialmente en África - a partir del propio carisma que no ha perdido nada de su fuerza y su pertinencia".
Benedicto XVI ha subrayado a continuación que "la tarea de formar a sacerdotes es una misión delicada. La formación propuesta en el seminario es exigente, ya que será una porción del pueblo de Dios la que será confiada a la solicitud pastoral de los futuros sacerdotes, ese pueblo que Cristo ha salvado y por el que ha dado la propia vida. Es bueno que los seminaristas recuerden que si la Iglesia se muestra exigente con ellos, es porque tendrán que cuidar de aquellos a los que Cristo ha unido a si a tan alto precio”. Refiriéndose luego a las numerosas aptitudes que se piden a los futuros sacerdotes, el Santo Padre ha subrayado que para conseguir estas virtudes, "los candidatos al sacerdocio los candidatos al sacerdocio no sólo deben poder verlas en sus formadores, sino que más aún deben poder ser los primeros beneficiarios de estas cualidades vividas y dispensadas por aquellos que tienen la tarea de hacerles crecer … Quien tiene la tarea del discernimiento y la formación debe recordar que la esperanza que tiene por los demás es, en primer lugar, un deber para él mismo”.
En vísperas del inicio del año del sacerdocio, seda al nuevo grupo de sacerdotes formadores reunido por la Conferencia de los Obispos de Francia, "como a toda la Iglesia, la posibilidad de escudriñar más profundamente la identidad del sacerdote, misterio de gracia y misericordia" ha subrayado Benedicto XVI citando al Cardenal Suhard y evocando la figura del santo Cura de Ars, con el deseo de "una llamada vocacional para muchos jóvenes cristianos de Francia que desean una vida útil y fecunda para servir el amor de Dios!"
Por último, el Pontífice ha expresado el augurio de que “durante su permanencia en Roma los seminaristas puedan, de modo privilegiado, familiarizarse con la historia de la Iglesia, descubrir la amplitud de su catolicidad y su unidad viviente en torno al Sucesor de Pietro, y que se imprima para siempre en sus corazones de pastores el amor a la Iglesia". (S.L) (Agencia Fides 8/6/2009)


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