VATICANO - Benedicto XVI en Montecassino - El Papa subraya en el Regina Caeli el compromiso por la paz y la Jornada de oración por la Iglesia en China: "que la unidad entre todos los cristianos, la catolicidad y la universalidad de la Iglesia sean cada vez más profundas y visibles”

lunes, 25 mayo 2009

Cassino (Agencia Fides) - Al término de la Santa Misa celebrada en la Plaza Miranda en Cassino, el Santo Padre Benedicto XVI ha dirigido el rezo del Regina Caeli. Al introducir la oración mariana, el Papa ha subrayado el valor de la paz, "don pascual por excelencia", con estas palabras: “¡Qué necesidad tiene la comunidad cristiana y la humanidad entera de saborear toda la riqueza y el poder de la paz de Cristo! San Benito ha sido un gran testimonio de ella, porque la ha acogido en su vida y la ha hecho fructificar en obras de auténtica renovación cultural y espiritual". Recordando su reciente peregrinación de paz en Tierra Santa, de esta tierra marcada por el carisma benedictino, el Pontífice ha subrayado que " la paz es en primer lugar don de Dios, y por tanto su fuerza está en la oración. Sin embargo, ha sido confiada al esfuerzo humano. Del mismo modo, la energía necesaria para lograrla se puede sacar de la oración. Es, por tanto, fundamental cultivar una auténtica vida de oración para asegurar el progreso social en la paz.… Sólo aprendiendo, con la gracia de Cristo, a combatir y vencer el mal dentro de uno mismo y en las relaciones con los demás, se convierten las personas en auténticos constructores de paz y de progreso civil”.
A continuación Benedicto XVI ha continuado: " Hoy, 24 de mayo, memoria litúrgica de la Bienaventurada Virgen María, Auxilio de los Cristianos -que es venerada con gran devoción en el santuario de Sheshan, en Shanghai-, se celebra la Jornada de oración por la Iglesia en China. Mi pensamiento se dirige a todo el pueblo chino. En particular, saludo con gran afecto a los católicos en China y les exhorto a renovar en este día su comunión de fe en Cristo y de fidelidad al sucesor de Pedro. Nuestra oración común obtenga una efusión de los dones del Espíritu Santo, para que la unidad entre todos los cristianos, la catolicidad y la universalidad de la Iglesia sean cada vez más profundas y visibles”.
Saludando a los peregrinos en las diversas lenguas, el Santo Padre ha deseado, hablando en francés, que el testimonio espiritual de San Benito "ayude los pueblos que viven en este continente a permanecer fieles a sus raíces cristianas y a edificar una Europa unida y solidaria, fundada en la búsqueda de la justicia y la paz". A continuación, en lengua inglesa, el Papa ha recordado a los numerosos soldados que perdieron la vida en estos lugares durante la Segunda Guerra Mundial, invitando a rogar "de modo particular por las almas de los caídos, encomendándolas a la infinita misericordia de Dios" y "por el fin de las guerras que continúan afligiendo nuestro mundo".
A los peregrinos de lengua alemana el Santo Padre ha asegurado la oración por sus intenciones en la tumba de San Benito, patrono de Europa, "por la paz en este continente y en todo el mundo". Después ha recordado el Centenario de la muerte del abad Franz Pfanner, fundador de los Misioneros de Marianhill: "Queremos traer una palabra de este monje y misionero con nosotros en la nueva semana: '¡Deja que arda la luz de la alegría y el gozo y conservala en tu alma'. Si, deja que esta luz de Cristo no se apague nunca dentro de nosotros! El Dios os acompañe en todas vuestras sendas."
En polaco el Santo Padre ha dicho: "Por la tarde iré al Cementerio polaco, para rendir homenaje a la memoria de todos los militares de diversas naciones que han dado testimonio valiente y han perdido aquí su vida. Por la intercesión de San Benito, pedimos a Dios que, gracias a la oración y el trabajo, descubramos las nuevas dimensiones de la libertad, y que la paz dure en Europa y en todo el mundo". (S.L) (Agencia Fides 25/5/2009)


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