VATICANO - Benedicto XVI en Tierra Santa (13) - La visita a la Cúpula de la Roca y al Gran Mufti: "Aquí se cruzan los caminos de las tres grandes religiones monoteístas del mundo, recordándonos lo que tienen en común”

miércoles, 13 mayo 2009

Jerusalén (Agencia Fides) – La mañana de martes 12 de mayo, el Santo Padre Benedicto XVI ha ido a la Explanada de las Mezquitas. Después de una breve visita a la Cúpula de la Roca, el más antiguo monumento islámico en Tierra Santa, el Santo Padre ha ido al edificio de "al-Kubbah al-Nahawiyya" donde estaban presentes importantes exponentes de la Comunidad musulmana.
"La Cúpula de la Roca lleva a nuestros corazones y a nuestras mentes a reflexionar sobre el misterio de la creación y la fe de Abraham - ha dicho el Pontífice en su discurso -. Aquí se cruzan los caminos de las tres grandes religiones monoteístas del mundo, recordándonos lo que tienen en común. Cada una de ellas cree en un Dios, creador y director de todo; reconoce como antepasado a Abraham, por encima de todo un hombre de fe, a quien Dios bendijo especialmente. Cada una ha ganado muchos seguidores a través de los siglos y ha inspirado un rico patrimonio espiritual, intelectual y cultural”.
A continuación Benedicto XVI ha evidenciado que este lugar "sirve como estímulo y también desafía a hombres y mujeres de buena voluntad a trabajar para superar los malentendidos y los conflictos del pasado y emprender el camino de un diálogo sincero encaminado a la construcción de un mundo de justicia y paz para las generaciones venideras". Invitando a superar el pesimismo y la tentación de evitar el diálogo entre las tradiciones religiosas, el Papa ha invitado a "creer que el único Dios es la fuente de la justicia y la gracia, ya que en Él las dos existen en perfecta unidad" por lo tanto "los que confiesan su nombre se les encomienda la tarea de luchar sin descanso por la justicia mientras imitan su perdón, por lo que están intrínsecamente orientados a la coexistencia pacífica y armoniosa de la familia humana”.
Se trata de una "grave responsabilidad" que recae sobre nosotros, ha continuado el Pontífice: "Los que veneramos al Dios Uno creemos que Él pedirá cuentas a los seres humanos por sus acciones. Los cristianos afirmamos que los dones divinos de la razón y la libertad se encuentran en la base de esa responsabilidad. La razón abre la mente para entender la naturaleza y el destino común de la familia humana, mientras que la libertad lleva al corazón a aceptar al otro y a servirle con caridad. El amor indiviso por el Dios Uno y la caridad hacia el prójimo se convierten en el eje alrededor del cual gira todo lo demás. Ésta es la razón por la que trabajamos incansablemente para proteger los corazones humanos del odio, la ira o la venganza”.
Benedicto XVI ha concluido su discurso recordando que ha venido a Jerusalén "en una peregrinación de fe", y ha asegurado "que es el ardiente deseo de la Iglesia de cooperar para el bienestar de la familia humana. Ésta cree firmemente que el cumplimiento de la promesa hecha a Abraham es universal, que abarca a todos los hombres y mujeres independientemente de su procedencia o status social. Mientras musulmanes y cristianos promueven el respetuoso diálogo que han comenzado, rezo para que examinen cómo la unidad de Dios está indisolublemente ligada a la unidad de la familia humana”. (S.L) (Agencia Fides 13/5/2009)


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