VATICANO - “La identidad y el papel del laico catequista en la Iglesia comunión y misión”. Jornada conclusiva del Congreso organizado por el Colegio Misionero San José

jueves, 30 abril 2009

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – La segunda y última jornada de estudio promovida por el Colegio Misionero San José en el Aula Magna de la Pontificia Universidad Urbaniana ha sido dedicada a la identidad del laico catequista en una perspectiva teológica y pedagógica. En la mañana del 29 de abril el punto de partida es el decreto conciliar Lumen Gentium, que – explica la profesora Sandra Mazzolini, ordinaria de la Facultad de Misionología – “cualifica a la Iglesia como misterio de comunión, sacramento y pueblo de Dios. Este es el horizonte eclesiológico de fondo del que descienden los fundamentos de la identidad y del papel de los catequistas”. “En el Evangelio de Lucas – continúa – el título de apóstol es usado en modo casi exclusivo para los Doce, mientras en la predicación paulina es usado para precisare un concepto de apóstol en parte diverso del lucano, más cercano al modelo de la vocación profética y centrado en el anuncio del evangelio. El Concilio Vaticano II ha dado plena centralidad a este modelo a través del valor del sacerdocio común de todos los bautizados, que implica una comunicación circular de todos los bienes espirituales. Se comprende así como el apostolado se convierta en una función esencialmente vinculada a la fundación y al crecimiento de toda nueva comunidad de creyentes en Cristo”. La formación específica de los catequistas fue objeto de la intervención del Prof. Silvestro Paluzzi, docente de psicología en el Instituto Superior de Catequesis y Espiritualidad Misionera. “Al catequista – afirma – se le exige ante todo entrar en un itinerario de conversión continua y de constante actualización, para una misión más eficaz en medio a los hombres. Configurarse a Cristo en el ser y en el actuar, no sólo aprender nociones o actualizarse, sino decidirse por Cristo e imitarlo”. “La formación – continúa – comprende también elementos fundamentales de psicología (estructura de la personalidad, psicología religiosa, entre otros). Pero la psicología sola no está en capacidad de ofrecer una visión verdaderamente integral de la persona. Es necesario más bien la síntesis interdisciplinar (ajena a todo sincretismo) entre ciencias humanas y metapsicologías y la recuperación de aquella complejidad que incluye espíritu y psique, vida y fe”. El Prof. Luca Pandolfi, director del Centro de Comunicaciones Sociales de la Urbaniana, abre la segunda parte de las intervenciones dedicadas a los medios de comunicación y a las nuevas tecnologías para la catequesis. Un recorrido multimedial realizado en colaboración con los estudiantes del campus universitario ilustra “los siete pasos sobre la vía de Emaús”, representación metafórica de los lenguajes que van al corazón del testimonio cristiano (silencio, escucha, anuncio, profecía). “El cuerpo humano en su integralidad y complejidad – afirma el Prof. Pandolfi – es el centro del proceso comunicativo”. La catequista colombiana Yolanda Valero Cárdenas subrayó por su parte el influjo creciente de los medios de comunicación y de Internet en la experiencia de fe. “Indudablemente una de las tareas de la catequesis es la educación a la vida comunitaria, que se basa en las relaciones vitales entre personas y grupos para recorrer juntos un camino de interacción y de comunión. Si bien es verdad – continúa la Profesora Cárdenas – que el ciberespacio no puede sustituir a una comunidad interpersonal auténtica y tampoco al anuncio directo del Evangelio, es también verdad el hecho de que puede funcionar como complemento, ayudando a las personas a vivir plenamente su fe. Si Cristo se ha encarnado en nuestra historia y ha hablado nuestro lenguaje, entonces ningún catequista hoy puede pensar hablar a sus interlocutores sin usar los lenguajes de los nuevos medios, ciertamente usándolos con sabiduría y prudencia, como aconseja el Magisterio de la Iglesia”. En la tarde el Cardenal Ivan Dias, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, presidió la liturgia de la Palabra en la Capilla de la Urbaniana y entregó el Mandato Misionero a los catequistas del Colegio San José – del que se celebra este año los treinta años de fundación –, pidiéndoles que se comprometan “a profundizar vuestra fe con la escucha y la meditación de la Palabra y a colaborar en la búsqueda común para encontrar las mejores vías para la inculturación del Evangelio”. (A.M.) (Agencia Fides 30/4/2009; líneas 46, palabras 688)


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