EUROPA/ITALIA - Los procesos de mestizaje: una posible aportación a la convivencia entre personas y entre culturas

jueves, 26 marzo 2009

Roma (Agencia Fides) - “El mestizaje no es confusión de culturas, ni es pura ‘mezcla’ de identidades. No es tampoco una estrategia política para afrontar el dato de hecho de un continuo encuentro entre y de culturas”. Es la idea central que Paolo Gomarasca ha querido sintetizar en su reciente trabajo académico intitulado “Mestizaje: ¿convivencia o confusión?”, presentado el miércoles 25 de marzo en la Embajada italiana ante la Santa Sede, en Roma.
El profesor Khaled Fouad Allam, intelectual musulmán argelino, que intervino en la presentación del libro, quiso precisar que él en primera persona vive este encuentro de culturas e identidades por el hecho de que se casó con una mujer católica. “La diversidad cultural, la integración social y la democracia, es decir la ‘governance’ de este encuentro”, afirmó Allam, son tres indicaciones que deben ser seguidas para comprender y valorar este fenómeno que requiere asimismo evitar la “confusión de los lenguajes”. En la historia ha habido modo diversos para tratar las diversidades. “El método francés – recordó el estudioso – ha sido el de la asimilación, en cambio el anglosajón ha sido el comunitarista”. Hoy estamos llamados una vez más a encontrar un lenguaje y una modalidad política que permita afrontar la diversidad.
Por esto David Sassoli, periodista de la Rai, que intervino también en la presentación, recordó que “el mundo cristiano está al origen del mestizaje” y que por esto “ofrece profundas indicaciones sobre el recorrido que se debe emprender, para llegar al fin último del género humano, y que se manifiesta en la fe religiosa: la unidad”.
Pero las culturas no son bloques monolíticos, sino más bien “procesos ininterrumpidos de autocomprensión e intercambio con otras culturas”. Por esto el Cardenal Angelo Scola, Patriarca de Venecia, en su intervención destacó que el problema “no es rechazar un proceso que, con la tranquilidad de todos, no está pidiendo el permiso para ocurrir; ni promover ingenuamente la idea de que somos todos híbridos y que es para todos una ventaja”. Fundamentalmente se trata de “evaluar si y en qué modo los procesos de mestizaje representan un posible aporte a la convivencia entre personas y entre culturas”. “La palabra mestizaje – recordó el Patriarca – no es una indicación de cómo proceder sino más bien la explicitación de un hecho que está ante los ojos de todos. La idea nació cuando visité algunas ciudades de México y mirando la realidad de los mexicanos me vino de modo espontáneo hablar de ‘mestizaje’, casi sin saber su significado, que luego he profundizado y precisado. En este proceso el punto focal es que son las personas que ‘hacen el mestizaje’, no es una cosa abstracta. Por eso la categoría del testimonio – concluyó el Cardenal – me parece la más verdadera para expresar este encuentro de identidades y culturas. Es en el testimonio que cada uno se juega y se expone con su identidad para ir al encuentro del otro. Como ha mostrado Jesucristo, que se ha ‘revelado’ a sí mismo dejándonos toda la libertad, aceptando incluso el evento de la cruz”. (M.T.) (Agencia Fides 26/3/2009; líneas 35, palabras 504)


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