AMÉRICA/ESTADOS UNIDOS - Objetivos del Milenio: disminuye la mortalidad infantil en el mundo y se registran éxitos en la lucha contra el sarampión, la malaria poliomielítica y el HIV.

miércoles, 8 octubre 2008

New York (Agencia Fides) - Disminuye la mortalidad infantil en el mundo. Las enfermedades importantes que en los decenios y en los siglos pasados constituyeron auténticos flagelos para la humanidad están en vías de extinción o en fuerte disminución y las medicinas para curar el HIV aumentan. Son algunas de las “buenas noticias” que llegan del Palacio de Vidrio de las Naciones, Unidas donde a finales de setiembre se realizó el encuentro pare evaluar la situación de la salud en relación a los llamados “Millennium goals”, los objetivos del milenos, en base a los cuales la comunidad internacional se ha comprometido en favor de los países más pobres y en vías de desarrollo. Y si es verdad que en relación a los problemas de pobreza, a la crisis de alimentos, a la cuestión ecológica las llamadas de atención de los últimos meses demuestran que hay un fuerte retardo en alcanzar los objetivos previstos –retardos puntualmente denunciados en distintas intervenciones de la Santa Sede– es importante recordar que también se están dando algunos sucesos, si bien no definitivos.
La cobertura de las vacunas, las campañas a larga escala para prevenir la malaria, el acceso a los fármacos antimalaría y a aquellos para curar el HIV/Sida han crecido en los países en vías de desarrollo gracias a una mayor disponibilidad de recursos, a nuevos socios, al uso de nuevas tecnológicas, a financiamiento programados a largo plazo y a una mejor colaboración entre los distintos agentes implicados en el ámbito de la promoción de la salud. Entre los Objetivos del Milenio, el número cuatro hace referencia a la reducción antes del 2015 de dos tercios de la mortalidad infantil respecto a 1990. Una meta ambiciosa pero que necesita un compromiso particular para aumentar la tasa de vacunación. En algunos países ha aumentado hasta el 70% mientras que la mortalidad de los niños menores de cinco años ha continuado a disminuir en el 2007, según la agencia de las Naciones Unidas.
En el campo de las enfermedades que afectan sobre todo a la infancia se ha registrado una serie de sucesos pero que tienen que ser consolidados, pues aún está presente el riesgo de retroceder. La poliomielitis está por ser aniquilada. La difusión del sarampión, una de las principales causas de mortalidad infantil, ha sido sensiblemente reducida. Las muertes por malaria han sido casi eliminadas en muchas zonas de África gracias a la coordinación de intervenciones y a un mayor suceso de las medicinas y a la utilización de mosquiteros con insecticidas. El Haemophilus influenzae tipo B (Hib), una bacteria entre las principales fuentes de la meningitis, ha sido prácticamente eliminada en varias zonas de África. El año pasado un millón de personas más, en relación al 2006, están recibiendo los remedios anti-retrovirales. Actualmente son casi tres millones de pacientes seropositivos los que tienen acceso a estos fármacos, dos millones de los cuales en África Subshariana.
Hay que señalar además que en los últimos 10 años las inversiones en la lucha contra la malaria se han duplicado y las destinadas a combatir el Sida han aumentado ocho veces. Desde su creación en el 2002 el Fondo Global para la lucha contra el Sida ha financiado programas por un total de 11,400 millones de dólares. En general se puede ver con claridad que el crecimiento sin precedentes en la disponibilidad de recursos financieros esta logrando resultados alentadores en la reducción de la tasa de mortalidad.
Los repetidos llamados del Santo Padre para que los países más ricos y desarrollados destinen una parte de sus recursos a la ayuda y al sustento de las naciones marginadas o excluidas del desarrollo parece que están siendo acogidos. Pero el trabajo no ha terminado. La crisis de la economía mundial, el costo de los combustibles, los problemas de la producción agrícola no hacen sino aumentar la diferencia entre los países ricos y los países pobres, cuando es necesario garantizar el acceso a los fármacos y a los tratamientos también a los sectores de la población marginada y reforzar las estructuras sanitarias de base sin las cuales los sucesos obtenidos hasta el momento no podrían mantenerse. (Mtp) (Agenzia Fides 8/10/2008 líneas 51 palabras 715)


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