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Stuttgart (Agencia Fides) – “El amor de Cristo por todos... un envío más allá de toda frontera” fue el título de la “Escalabri-Fiesta de los Frutos” que se desarrolló del 3 al 5 de octubre en el Centro de Espiritualidad de los Misioneros Escalabrinianos de Stuttgart en colaboración con las Misioneras Seculares Escalabrinianas. Junto con la Escalabri-Fiesta de primavera en Solothurn, Suiza, la iniciativa de Stuttgart constituye año tras año un itinerario de profundización en la fe abierto a los jóvenes, adultos y familias con niños y jóvenes adolescentes. También en esta ocasión, entre los cerca de 200 participantes estaban representadas 27 nacionalidades distintas. Fue una experiencia que se vio particularmente enriquecida por el encuentro entre personas nacidas y crecidas en su propio país de origen, así como por emigrantes y refugiados de diversa proveniencia.
Entre los principales relatores del Forum dedicado al tema de la Fiesta estuvieron presentes el Obispo Auxiliar de la Diócesis de Rottenburg- Stuttgart, Su Excelencia, Mons. Thomas Maria Renz, responsable, entre otras cosas, de la pastoral juvenil diocesana, y el misionero Escalabriniano, p. Graziano Tassello, director del Centro de Estudios e Investigación para la Emigración (CSERPE) de Basilea. Mons. Renza, refiriéndose a la figura de S. Pablo, a la que estamos dedicando un especial Año Jubilar, habló de la catolicidad de la Iglesia, mientras que el p. Tassello presentó la figura del Beato Giovanni Battista Scalabrini y la contribución de los movimientos migratorios al desarrollo de la dimensión universal de la fe. Siempre durante el Forum los participantes pudieron escuchar el testimonio de Magdalena Pérez Vieda, que recibió Asilo Político en Italia en cuanto perteneciente al pueblo indígena de los Tolupan, etnia amenazada por el genocidio en Honduras, debido a los intereses de una multinacional que pretendería ocupar los territorios de estas poblaciones.
Los participantes en la Fiesta continuaron sus reflexiones dividiéndose en grupos, en los cuales se preguntaban por los nuevos pasos de amor y de acogida a vivir en la vida cotidiana (más allá de toda frontera”, para contribuir a un mundo más humano. Las reflexiones sobre la comunión recíproca, típica del Espíritu Santo, como en una pequeña Pentecostés, fueron después transmitidas durante la Celebración Eucarística. Las visitas artístico-culturales, los momentos de música, de fiesta, de convivencia, enriquecieron sobremanera la experiencia en Stuttgart. (L.D.) (Agencia Fides 7/10/2008)
