VATICANO - " Jesús confirma su predilección por los pecadores que se convierten, y nos enseña que hace falta humildad para acoger el don de la salvación" afirma Benedicto XVI en el ángelus recordando al Papa Juan Pablo I e invitando a cultivar su misma "humildad"

lunes, 29 septiembre 2008

Castel Gandolfo (Agencia Fides) - En el último Ángelus recitado desde el Palacio Apostólico de Castel Gandolfo, el domingo 28 de septiembre, antes de su regreso al Vaticano, el Santo Padre Benedicto XVI se ha centrado en particular sobre el tema de la humildad, retomando las Lecturas de la liturgia dominical: la parábola evangélica de los dos hijos enviados por el padre a trabajar en su viña y un pasaje de la Carta a los Filipenses de San Pablo. "Con esta parábola - ha explicado el Papa - Jesús confirma su predilección por los pecadores que se convierten, y nos enseña que hace falta humildad para acoger el don de la salvación… Estos son los mismos sentimientos de Cristo, che, despojándose de la gloria divina por amor a nosotros, se hijo hombre y se rebajó hasta morir crucificado”.
"Reflexionado sobre estos textos bíblicos - ha continuado Benedicto XVI -, he pensado en seguida en el Papa Juan Pablo I, del que precisamente hoy se cumple el trigésimo aniversario de su muerte. Él eligió como lema episcopal el mismo de san Carlos Borromeo: Humilitas. Una sola palabra que sintetiza lo esencial de la vida cristiana e indica la virtud indispensable de quien, en la Iglesia, está llamado al servicio de la autoridad… Gracias precisamente a esta su virtud, bastaron 33 días para que el Papa Luciani entrara en el corazón de la gente". El Santo Padre ha recordado a continuación que el Papa Lucani usaba en sus discursos "ejemplos sacados de la vida concreta, de sus recuerdos de familia y de la sabiduría popular. Su sencillez era vehículo de una enseñanza sólida y rica, que, gracias al don de una memoria excepcional y de una vasta cultura, enriquecía con numerosas citas de escritores eclesiásticos y profanos. Fue de este modo un catequista incomparable … Mientras damos gracias Dios para haberlo donado a la Iglesia y al mundo, aprendamos de su ejemplo, comprometiéndonos a cultivar su misma humildad, que lo hacia capaz de hablar a todos, especialmente a los pequeños y a los considerados lejanos".
Después de la oración mariana, el Papa ha saludado y agradecido a la comunidad de Castel Gandolfo anunciando su regreso al Vaticano, y ha recordado sus viajes apostólicos realizados durante el período veraniego. Entre los numerosos grupos de peregrinos presentes, Benedicto XVI se ha dirigido en particular a los voluntarios del Movimiento de los Focolares, venidos desde varios Países, animándolos "a testimoniar siempre la fuerza trasformadora del Evangelio", y ha expresado su aprecio por la campaña de la Sociedad de San Vicente de Paoli quien se propuso prevenir la pobreza del analfabetismo. El Santo Padre ha concluido su discurso con estas palabras: "A todos deseo un buen mes de octubre, mes del santo Rosario, durante el cual si Dios quiere, acudiré en peregrinación al Santuario de Pompeya, el domingo 19". (S.L) (Agencia Fides 29/9/2008)


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