VATICANO - "El Obispo debe meditar cada día en la oración la Palabra, para poder divulgarla de modo eficaz al anunciarla, auténtico doctor en ilustrarla y defenderla, maestro iluminado y sabio en transmitirla": el Papa a los Obispos participantes en el Curso promovido por las Congregaciones para los Obispos y para las Iglesias orientales

martes, 23 septiembre 2008

Castel Gandolfo (Agencia Fides) - "El primer compromiso espiritual y apostólico del Obispo debe ser progresar en el camino de la perfección evangélica. Entre los medios que le ayudan a progresar en la vida espiritual está ante todo la Palabra de Dios, que debe tener una centralidad indiscutida en la vida y en la misión del Obispo. Os exhorto, por tanto, queridos Obispos, a meditar cada día en la Palabra de Dios para ser maestros de la fe y auténticos educadores de vuestros fieles". Es la recomendación que el Santo Padre Benedicto XVI ha dirigido a los Obispos de reciente nombramiento, recibidos en audiencia en Castel Gandolfo el 22 de septiembre, al final del Curso promovido por la Congregación para los Obispos y la Congregación para las Iglesias Orientales.
"Para hacer frente al gran desafío del laicismo propio de la sociedad contemporánea - ha continuado el Papa - es necesario que el Obispo medite cada día en el oración en la Palabra para poder divulgarla de modo eficaz al anunciarla, auténtico doctor en ilustrarla y defenderla, maestro iluminado y sabio en transmitirla”.
Al inicio de su discurso, el Papa Benedicto XVI ha citado dos importantes acontecimientos eclesiales: el Año Paulino que estamos celebrando y la XII Asamblea General del Sínodo de los Obispos sobre la Palabra de Dios que iniciará el 5 de octubre próximo, ya que ambos pueden ayudar para destacar algunos aspectos de la espiritualidad y la misión del Obispo. De San Pablo, definido por el Papa como "un maestro y un modelo sobre todo para los Obispos", debemos aprender "ante todo un gran amor para Jesucristo… El amor de Pablo por Cristo nos conmueve por su intensidad… El ejemplo del gran Apóstol constituye un llamamiento para nosotros, Obispos, a crecer cada día en santidad de la vida para tener los mismos sentimientos que tenia Cristo Jesús"
"El apóstol Pablo - ha afirmado el Pontífice - con su enseñanza y su testimonio personal nos exhorta a crecer en la virtud ante Dios y ante los hombres. El camino de perfección del Obispo debe inspirarse en los rasgos característicos del Buen Pastor, para que los fieles puedan ver, en su rostro y en su actuación, las virtudes humanas y cristianas que deben distinguir a cada Obispo. Progresando en el camino de la santidad, expresáis aquella indispensable autoridad moral y aquella prudente sabiduría que se pide a quien está puesto al frente de la familia de Dios. Tal autoridad es hoy mas necesaria que nunca. Vuestro ministerio solamente será pastoralmente fructuoso si se apoya en vuestra santidad de vida".
En la parte conclusiva de su discurso, el Papa ha recordado que el Obispo no debe cesar de trabajar por "hacer progresar en la santidad y en la verdad el rebaño" que le ha sido confiado. En particular el Santo Padre ha recomendado a los Obispos que atiendan a los sacerdotes y jóvenes: "Permaneced cercanos a los sacerdotes con toda clase de atenciones. No ahorréis esfuerzos por llevar a la práctica todas las iniciativas… Tratad de promover una verdadera fraternidad sacerdotal que contribuya a vencer el aislamiento y la soledad, favoreciendo el apoyo recíproco. Es importante que todos los sacerdotes adviertan la paternal cercanía y la amistad del Obispo… Sed luego animadores y guías de los jóvenes… muchos chicos y jóvenes están fascinados por el Evangelio y disponibles para trabajar en la Iglesia. Es necesario que los sacerdotes y educadores sepan transmitir a las nuevas generaciones, junto con el entusiasmo por el don de la vida, el amor hacia Jesucristo y la Iglesia… no dejéis de proponer a los chicos y jóvenes la elección de una donación plena a Cristo en la vida sacerdotal y religiosa. Sensibilizad a las familias, las parroquias, los institutos educativos, para que ayuden a las nuevas generaciones a buscar y a descubrir el proyecto de Dios en su vida". (S.L) (Agencia Fides 23/9/2008)


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