VATICANO - El Papa Benedicto XVI en Sydney (5) - "También nosotros podemos caer en la tentación de reducir la vida de fe a una cuestión de mero sentimiento, debilitando así su poder de inspirar una visión coherente del mundo y un diálogo riguroso con otras muchas visiones que compiten en la conquista de las mentes y los corazones de nuestros contemporáneos”

lunes, 21 julio 2008

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - El Santo Padre Benedicto XVI celebró en la St. Mary's Cathedral de Sydney, a las 9,30 horas del sábado 19 de julio la Santa Misa con los Obispos australianos, para los seminaristas, novicios y novicias. Durante el rito el Papa también consagró el nuevo altar de la Catedral. "Mientras admiramos este magnífico edificio, ¿cómo no pensar en la muchedumbre de sacerdotes, religiosos y fieles laicos que, cada uno a su manera, han contribuido a construir la Iglesia en Australia?” ha preguntado el Papa en la homilía. A continuación ha exhortado a los presentes "a cargar con sus propios sufrimientos por la difusión del Evangelio, la conversión de los corazones y el crecimiento de la Iglesia en la santidad, la unidad y la caridad”.
El Santo Padre ha recordado después que "todo altar es símbolo de Jesucristo, presente en medio de su Iglesia como sacerdote, altar y víctima" y "sobre todo en el sacrificio de la Misa consumado en los altares del mundo, Él nos invita, miembros de su Cuerpo Místico, a compartir su auto-oblación". Ha continuado: "como este altar, también nosotros fuimos consagrados, puestos «aparte» para el servicio de Dios y la edificación de su Reino. Sin embargo, con mucha frecuencia nos encontramos inmersos en un mundo que quisiera dejar a Dios “aparte”. En nombre de la libertad y la autonomía humana, se pasa en silencio sobre el nombre de Dios, la religión se reduce a devoción personal y se elude la fe en los ámbitos públicos. A veces, dicha mentalidad, tan diametralmente opuesta a la esencia del Evangelio, puede ofuscar incluso nuestra propia comprensión de la Iglesia y de su misión. También nosotros podemos caer en la tentación de reducir la vida de fe a una cuestión de mero sentimiento, debilitando así su poder de inspirar una visión coherente del mundo y un diálogo riguroso con otras muchas visiones que compiten en la conquista de las mentes y los corazones de nuestros contemporáneos”.
La historia, hasta nuestros días, demuestra que "la cuestión de Dios jamás puede ser silenciada " ha afirmado el Papa, subrayando que también "la indiferencia respecto a la dimensión religiosa de la existencia humana acaba disminuyendo y traicionando al hombre mismo". La fe nos enseña que sólo en Cristo Jesús podemos comprender "la grandeza de nuestra propia humanidad, el misterio de nuestra vida en la tierra y el sublime destino que nos aguarda en el cielo ", además ella “nos enseña que somos criaturas de Dios, hechas a su imagen y semejanza, dotadas de una dignidad inviolable y llamadas a la vida eterna. Allí donde se empequeñece al hombre, el mundo que nos rodea queda mermado, pierde su significado último y falla su objetivo. Lo que brota de ahí es una cultura no de la vida, sino de la muerte”.
El Papa ha puesto de relieve a continuación la dificultad del camino de consagración, deseando que esa celebración, ante la presencia del Sucesor de Pedro, “sea un momento de reedificación y de renovación de toda la Iglesia en Australia". El Santo Padre ha continuado: " Deseo hacer aquí un inciso para reconocer la vergüenza que todos hemos sentido a causa de los abusos sexuales a menores por parte de algunos sacerdotes y religiosos de esta Nación. De verdad estoy profundamente dolorido por el dolor y el sufrimiento soportados por las víctimas y les aseguro que, como su Pastor, yo comparto su sufrimiento. Estos delitos, que constituyen una grave traición a la confianza, deben ser condenados de modo inequívoco. Éstos han provocado gran dolor y han dañado el testimonio de la Iglesia. Os pido a todos que apoyéis y ayudéis a vuestros Obispos, y que colaboréis con ellos en combatir este mal. Las víctimas deben recibir compasión y asistencia, y los responsables de estos males deben ser llevados ante la justicia. Es una prioridad urgente promover un ambiente más seguro y más sano, especialmente para los jóvenes”.
Dirigiéndose en particular a los seminaristas y jóvenes religiosos, el Santo Padre los ha invitado "a confiar en la verdad de la Palabra de Dios y a esperar firmemente en sus promesas..... Caminad cada día en la luz de Cristo mediante la fidelidad a la oración personal y litúrgica, alimentados por la meditación de la Palabra inspirada por Dios.... Por tanto, que la plegaria y la meditación de la Palabra de Dios sean lámpara que ilumina, purifica y guía vuestros pasos en el camino que os ha indicado el Señor. Haced de la celebración diaria de la Eucaristía el centro de vuestra vida.... No olvidéis jamás que la castidad por el Reino significa abrazar una vida completamente dedicada al amor, a un amor que os hace capaces de dedicaros vosotros mismos sin reservas al servicio de Dios, para estar plenamente presentes entre los hermanos y hermanas, especialmente entre los necesitados”.
El Papa ha concluido la homilía invocando la intercesión de Maria, Auxilio de los cristianos, para que sustente la Iglesia en Australia, y la potencia del Espíritu Santo consagre los fieles de esta tierra en la verdad, para que produzcan "abundantes frutos de santidad y justicia por la redención del mundo". (S.L) (Agencia Fides 21/7/2008)


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