VATICANO - Mensaje del Papa a los australianos: "que los corazones de los jóvenes que se reúnen en Sydney para la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud encuentren realmente descanso en el Señor y puedan llenarse de alegría y fervor para difundir la Buena Nueva"

lunes, 14 julio 2008

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Con ocasión del viaje apostólico a Sydney para la 23ª Jornada Mundial de la Juventud, el Santo Padre Benedicto XVI ha enviado al pueblo australiano y a los jóvenes que participarán en la JMJ un mensaje, que ha sido publicado el 13 de julio.
"Dentro de pocos días iniciaré mi visita apostólica a vuestro País, para celebrar la 23 Jornada Mundial de la Juventud en Sydney - comienza el Mensaje del Santo Padre -. Espero con gran alegría A esos días que pasaré con vosotros, especialmente los momentos para rezar y reflexionar con jóvenes de todas partes del mundo". Benedicto XVI agradece, también "en nombre de todos los jóvenes que participarán en la Jornada Mundial de la Juventud", a cuantos han dado su tiempo, recursos y oraciones para hacer posible esta celebración, entre ellos el Gobierno australiano y el Gobierno provincial del New South Wales. "Muchos de los jóvenes han hecho grandes sacrificios para poder emprender el viaje hacia Australia, y yo pido que sean abundantemente recompensados" subraya el Papa.
Retomando el tema de esta 23 Jornada Mundial de la Juventud - " Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos" (Hch 1,8) - el Santo Padre comenta: "¡Cuánta necesidad tiene nuestro mundo de una nueva efusión del Espíritu Santo! Muchos no han escuchado todavía la Buena Noticia de Jesucristo; otros muchos, por diferentes motivos, no han reconocido en esta Buena Nueva la única verdad salvadora que puede satisfacer las expectativas más profundas de sus corazones". Continúa el mensaje: " Estoy convencido de que los jóvenes están llamados a ser instrumentos de esta renovación, comunicando a sus coetáneos la alegría que han experimentado al reconocer y seguir a Cristo, compartiendo con los demás el amor que el Espíritu infunde en sus corazones para que también ellos queden llenos de esperanza y gratitud por todo el bien que han recibido de Dios, nuestro Padre celestial”.
A continuación el Papa constata que hoy "a muchos jóvenes les faltan la esperanza. Se quedan perplejos ante las preguntas que se les presentan de manera cada vez más apremiante en un mundo que les confunde, y con frecuencia no saben bien hacia dónde tienen que dirigirse para encontrar respuestas. Ven la pobreza y la injusticia y desean encontrar soluciones. Sienten el desafío de los argumentos de quienes niegan la existencia de Dios y se preguntan cómo responder. Ven los grandes daños perpetrados contra el ambiente natural por la avidez humana y luchan por encontrar estilos de vida en mayor armonía con la naturaleza y con los demás." Buscando respuestas a estas preguntas "el espíritu nos orienta hacia el camino que conduce a la vida, al amor y a la verdad. El Espíritu nos orienta hacia Jesucristo”.
Benedicto XVI reafirma que sólo en Cristo " encontramos las respuestas que buscamos, encontramos las metas por las cuales vale verdaderamente la pena vivir, encontramos la fuerza para seguir el camino con el que hacer nacer un mundo mejor”. Citando a San Agustín al inicio de las "Confesiones", el Santo Padre concluye: "Rezo para que los jóvenes que se reúnan en Sydney con motivo de la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud encuentren realmente descanso en el Señor y puedan llenarse de alegría y de fervor para difundir la Buena Nueva entre sus amigos y sus familias, y entre todos los que encuentren”.
Por último, el Papa asegura a los "queridos amigos australianos" que, aunque su estancia será breve su corazón llegará a todos, incluidos los que están enfermos o atraviesan cualquier tipo de dificultad. "En nombre de todos los jóvenes, os doy las gracias nuevamente por vuestro apoyo en mi misión y os pido que sigáis rezando sobre todo por ellos. Concluyo renovando mi invitación a los jóvenes de todo el mundo para que vengan conmigo a Australia, la "gran tierra del sur del Espíritu Santo". Mi deseo es encontrarme allí con vosotros. Que Dios os bendiga a todos". (S.L) (Agencia Fides 14/7/2008)


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