EUROPA/ITALIA - Nueva alarma de la FAO: aumentan en 50 millones las personas que sufren hambre durante el 2007. El aumento de precios afecta fuertemente a naciones enteras

viernes, 4 julio 2008

Roma (Agencia Fides) - La crisis alimenticia debida al aumento de precios de algunos productos que constituyen el alimento base para millones de personas y agravada por el costo del carburante, está produciendo una crisis sin precedentes a nivel global. Es la FAO que da la alarma a pocas semanas del Summit mundial de Roma dedicado justamente a los problemas de la sub alimentación y de la producción agrícola. Según los nuevos datos difundidos por el Director general de la agencia de las Naciones Unidas, Jacques Diouf, en el 2007 los pobres que sufren hambre en el mundo aumentaron en 50 millones. Muchos países afectados por la crisis no están en capacidad de hacer frente a la emergencia y tienen una urgente necesidad de ayuda multilateral, alianzas con instituciones internacionales y con otras naciones.
Son diversos los factores que producen esta grave crisis, en parte ya individuados por el reciente Summit de Roma. Entre estos el aumento de la demanda de productos agrícolas debido al crecimiento demográfico y al desarrollo económico de países emergentes; la opción por investir en biocarburantes por algunas grandes naciones y la relativa facilidad con que este sector está creciendo, tomando así terrenos cultivables a la agricultura; los cambios en la producción agrícola debido a los cambios climáticos y sus consecuencias, en particular la sequedad y las inundaciones que han provocado daños enormes tanto en África como en el sureste asiático.
En tal contexto debe resaltarse que las reservas de cereales están en su más bajo nivel en los últimos 30 años. Según la FAO para responder a la actual crisis, la producción de los alimentos debe ser duplicada desde ahora hasta el 2050. Permanecen como acusados aquellos países exportadores de productos agrícolas y alimenticios que especulan en los mercados para proteger a sus consumidores.
La FAO resalta que los recursos públicos destinados a la agricultura en los países en desarrollo han precipitado del 17% de 1980 al 3% del 2006, sin contar sin contar el nivel mínimo de inversión que son dados a la investigación científica en el sector agrícola por estos mismos países: una situación cada vez más difícil de la que es responsable la comunidad internaciones en su conjunto. Serán necesarios 24mil millones de dólares al año de inversiones públicas suplementarias para afrontar la crisis, una cifra que comprende los recursos necesarios para la gestión del agua, la construcción de caminos rurales, la edificación de estructuras para las reservas alimenticias y la investigación.
Entre los datos que llaman particularmente la atención están la pérdida de terreno cultivable, de 5 a 10 millones de hectáreas, causada por la grave degradación de los suelos; sin embargo amplias regiones de África, de América Latina y de Asia central tienen fuertes potencialidades para la expansión de terrenos agrícolas. Queda aún la gran incógnita de los cambios climáticos: si en efecto la temperatura global continuará aumentando, la producción de los principales cultivos como el maíz, podrían descender del 40 al 20 por ciento en algunas regiones de Asia, África y de América Latina. (Mtp) (Agencia Fides 4/7/2008; 36 líneas, 534 palabras)


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