VATICANO - El Papa a los Obispos de Honduras: se debe "impulsar una extensa y audaz labor de evangelización, que se apoye, más que en la eficacia de los medios materiales o de los proyectos humanos, en el poder de la Palabra de Dios”

viernes, 27 junio 2008

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - "La Comunidad Católica de Honduras ha sido bendecida con la consagración en poco tiempo de cinco nuevos Obispos; quiera el Señor que esta visita ad limina, cuando se cumplen veinticinco años del viaje pastoral del Papa Juan Pablo II a vuestra tierra, contribuya a fortalecer aún más los estrechos vínculos de comunión entre vosotros y con el Sucesor de Pedro, para reemprender con nuevo ardor la misión que el Señor os ha confiado”. Con estas palabras el Santo Padre Benedicto XVI ha acogido a los Obispos de Honduras recibidos en audiencia el 26 de junio con ocasión de la visita "Ad limina Apostolorum."
"El pueblo hondureño se caracteriza por un profundo espíritu religioso que se manifiesta, entre otras cosas, en las numerosas y arraigadas prácticas de devoción popular, las cuales, debidamente purificadas de elementos extraños a la fe, deben ser un instrumento válido para el anuncio del Evangelio" ha afirmado el Papa en su discurso, subrayando también la difusión del laicismo y el proselitismo de las sectas. Las dificultades que se oponen a la misión pastoral de la Iglesia no deben suscitar desaliento, sino más bien "ha de servir para impulsar una extensa y audaz labor de evangelización, que se apoye, más que en la eficacia de los medios materiales o de los proyectos humanos, en el poder de la Palabra de Dios, acogida con fe, vivida con humildad y anunciada con fidelidad”.
En la obra de anunciar la Buena Nueva de la salvación, los Obispos pueden contar con la ayuda de los sacerdotes, primeros colaboradores. A este respecto el Santo Padre ha invitado a los Obispos a prestar atención "a su vida espiritual y a sus necesidades materiales", además de continuar siguiendo con atención la formación de los seminaristas, asegurando "los mejores formadores y los medios materiales más adecuados". En el empeño por suscitar vocaciones entre los jóvenes, el Papa ha exhortado "a alentar la oración personal y comunitaria que, además de ser un mandato del Señor, es necesaria para descubrir y favorecer una respuesta generosa a la propia vocación”.
Benedicto XVI ha manifestado a continuación un particular aprecio por "el gran trabajo evangélico que realizan las comunidades religiosas" y por "el papel que los laicos católicos hondureños están asumiendo en las parroquias como catequistas y delegados de la Palabra". A continuación ha invitado a los Obispos a "trabajar sin descanso" para que los fieles sean cada vez más conscientes de su llamada a participar en la misión salvífica de la Iglesia. "Los fieles laicos necesitan, por tanto, intensificar su relación con Diosy adquirir una sólida formación, especialmente en cuanto se refiere a la doctrina social de la Iglesia. De esta manera, como fermento en medio de la masa, podrán cumplir su misión de transformar la sociedad según el querer de Dios”.
Otro ámbito que merece una atención pastoral particular es el del matrimonio y la familia, ha continuado el Santo Padre, y refiriéndose a la situación de Honduras ha afirmado: "es justo reconocer el paso importante que se ha dado al incluirse en la Constitución de vuestro País un reconocimiento explícito del matrimonio, aunque bien sabéis que no basta poseer una buena legislación si después no se realiza esa necesaria labor cultural y de catequesis que haga resplandecer en la sociedad la verdad y la belleza del matrimonio, verdadera alianza perpetua de vida y amor entre un hombre y una mujer”.
Una último punto del que ha hablado el Papa se refería a la situación de pobreza en la que viven muchos habitantes de Honduras, motivo de dolor para los Obispos. A esa situación se une el aumento de la violencia, la emigración, la destrucción del entorno, la corrupción y las carencias en la educación, entre otros graves problemas. "Como ministros del Buen Pastor habéis desplegado, de palabra y de obra, una intensa labor de ayuda a los necesitados- ha dicho el Papa a los Obispos hondureños -. Os exhorto vivamente a seguir mostrando en vuestro ministerio el rostro misericordioso de Dios, potenciando en todas vuestras comunidades diocesanas y parroquiales un extenso y capilar servicio de caridad, que llegue de modo especial a los enfermos, a los ancianos y a los encarcelados”. (S.L) (Agencia Fides 27/6/2008)


Compartir: