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Abidján (Agencia Fides) – “La violencia que ha afectado el noroeste de Costa de Marfil no afectara al proceso de paz entre el gobierno y los rebeldes” dicen a la Agencia Fides fuentes de la Iglesia local contactados en Abidján. “Desgraciadamente estos episodios no son una sorpresa, porque esta zona es más bien turbulenta y está todavía fuera del control de las fuerzas de paz enviadas a Costa de Marfil desde Francia y los países de la Comunidad Económica de África del Oeste. Se trata de todas formas de episodios de vandalismo mas que de guerrilla” añaden nuestras fuentes.
En las últimas dos semanas, al menos 18 personas han sido asesinadas a golpe de machete y de fusil en algunos pueblos alrededor de la ciudad de Bangolo, a 600 Km. al noroeste de Abidján. Las victimas son en su mayor parte emigrantes de Burkina Faso y Guinea, que trabajan en las plantaciones de cacao. El comando francés ha pedido al ejercito marfileño el envío de nuevas tropas para reforzar el control de la zona.
Precisamente el status jurídico de los emigrantes de descendencia extranjera está en el centro de los coloquios políticos para resolver la crisis marfileña. Según las fuentes de Fides “el encuentro entre el Presidente Laurent Gbagbo y el líder de los rebeldes, Guillaume Soro ha sido juzgado como positivo por ambas partes, aunque, todavía queda mucho para llegar a la completa pacificación del país. La situación es todavía muy delicada y es necesario mantener la atención elevada para evitar que se cometan desatinos tanto de una parte como de la otra, que podrían provocar incidentes que retrasarían el proceso de paz”.
“Lo importante es que se vuelva a la política y se abandonen las armas” añaden las fuentes de Fides. “El líder de los rebeldes, Soro, se presentara casi seguramente a las próximas elecciones presidenciales del 2005, aunque cada vez crece más el consenso de aplazarlas debido a las dificultades en organizar una consulta electoral en tan poco tiempo. El país está, de hecho, dividido en dos – una zona controlada por los rebeldes y otra por el gobierno - y debe todavía recuperarse de una guerra civil que ha durado dos años”.
“Uno de los problemas mas urgentes que hay que afrontar es el desarme y la reinserción en la vida civil de los rebeldes” dicen nuestras fuentes, “Se habla de 40-60.000 hombres, en su mayoría jóvenes, que no tiene otro oficio que el de las armas. Se necesitan fondos para darles instrucción y una posibilidad de trabajar honestamente. Estas personas, de hecho, en los últimos dos años se han habituado a vivir a costa de la gente que despojaban en los puestos de control”.
“Existe el riesgo de que los guerrilleros se transformen en bandidos” dice a la Agencia Fides un misionero que trabaja en la zona controlada por los rebeldes. “El nuevo intento de asalto contra el Banco de la Comunidad Económica del Oeste de África de Bouaké (la ciudad más importante en manos de los rebeldes) es solo un ejemplo del progresivo declive hacia la criminalidad de los guerrilleros. Por otra parte, la economía legal se encuentra en una crisis dramática precisamente a causa de la guerra. La recogida de algodón, por ejemplo, no llega hasta el mercado debido a los altos costes del transporte, pues los cargamentos para llegar hasta los puertos de embarco, deben atravesar varios puestos de control y en cada uno deben pagar una cuota a los milicianos”. (LM) (Agencia Fides 14/1/2004 Líneas: 43 Palabras: 603)
