VATICANO - Benedicto XVI al Pontificio Consejo para la Familia: “que los abuelos vuelvan a ser presencia viva en la familia, en la Iglesia y en la sociedad”

lunes, 7 abril 2008

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - “Los abuelos vuelvan a ser esperanza viva en la familia, en la Iglesia y en la sociedad. En lo que se refiere a la familia, los abuelos sigan siendo testigos de unidad, de valores fundados sobre la fidelidad a un único amor que genera la fe y la alegría de vivir. Los así llamados nuevos modelos de familia y el difundido relativismo han debilitado estos valores fundamentales del núcleo familiar… ¿Frente a la crisis de la familia no se podría quizás recomenzar justamente a partir de la presencia y testimonio de aquellos - los abuelos - que tienen una mayor solidez de valores y de proyectos?”. Son las palabras con las que el Santo Padre Benedicto XVI se dirigió a los participantes a la Asamblea Plenaria del Pontificio Consejo para la Familia que tuvo como tema: “Los abuelos: su testimonio y presencia en la familia”, recibidos en audiencia el 5 de abril al final de los trabajos.
El Papa agradeció ante todo al Pontificio Consejo de la Familia por haber elegido como tema sus palabras pronunciadas en el Encuentro mundial de las Familias en Valencia, subrayando asimismo cómo el tema afrontado nos es a todos muy familiar: “¿Quién no se acuerda de sus abuelos? ¿Quién puede olvidar su presencia y su testimonio en el hogar doméstico? Cuántos entre nosotros llevamos su nombre como signo de continuidad y de reconocimiento… Ellos se han donado por nosotros, se han sacrificado, y en algunos casos se han también inmolado”. El Santo Padre puso en evidencia que “la Iglesia ha siempre reservado una atención particular a los abuelos, reconociéndoles una gran riqueza a nivel humano y social, así como también religioso y espiritual”, citando en particular las intervenciones de Pablo VI y Juan Pablo II, cuya Carta a los Ancianos todavía hoy “conserva intacta su actualidad humana, social y cultural”
Retomando el tema tratado en la Asamblea Plenaria, Benedicto XVI destacó que “en el pasado los abuelos tenían un papel importante en la vida y en el crecimiento de la familia. También cuando la edad avanzaba, ellos seguían estando presentes con sus hijos, nietos y quizás bisnietos, dando un testimonio vivo de premura, sacrificio, y de un cotidiano donarse sin reservas”. En cambio hoy “los ancianos, entre los cuales muchos abuelos, se han encontrado en una especie de ‘zona de estacionamiento’: algunos se dan cuenta de que son un peso para la familia y prefieren vivir solos o en casas de reposo, con todas las consecuencias que estas opciones suponen. Desde varias partes parece desgraciadamente que la ‘cultura de muerte’ avanza, insidiando también contra la temporada de la tercera edad. Con creciente insistencia se llega incluso a proponer la eutanasia como solución para resolver ciertas situaciones difíciles”.
Ante radicales cambios de la sociedad y nuevos contextos familiares hoy existentes, el Santo Padre exhortó a valorar la vejez “con atención y siempre a la luz de la verdad sobre el hombre, sobre la familia y sobre la comunidad”, reaccionando con fuerza a aquello que deshumaniza a la sociedad. Por lo tanto ha exhortado a unirse a los esfuerzos de comunidades parroquiales y diocesanas, asociaciones y movimientos eclesiales, “para derrotar juntos todo tipo de marginación, porque no son ellos - los abuelos, las abuelas, los ancianos - los que son arrastrados por la mentalidad individualista sino todos. Si los abuelos, como se dice muchas veces, constituyen una piedra preciosa, es necesario poner en acto opciones coherentes que permitan valorarla en el mejor modo”.
Finalmente el Papa invitó a mirar hacia el VI Encuentro Mundial de las Familias, que se realizará en México en enero del 2009, agradeciendo al Cardenal Norberto Rivera Carrera, Arzobispo de México, “por lo que ya realizó en estos meses de preparación junto con sus colaboradores”, y exhortó a “las comunidades eclesiales, especialmente los grupos familiares, los movimientos y las asociaciones de familias, a prepararse espiritualmente para este evento de gracia”. (S.L.) (Agencia Fides 7/4/2008; líneas 43, palabras 621)


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