AFRICA/CONGO RD - “EL GOBIERNO Y LA COMUNIDAD INTERNACIONAL SE COMPROMETEN EN PARAR LA GUERRA DEL CONGO QUE SUMA YA MÁS DE TRES MILLONES DE MUERTOS”

martes, 11 noviembre 2003

Kinshasa (Agencia Fides) – La Iglesia Católica en la República Democrática del Congo (RDC) continua levantando con asiduidad su propia voz en defensa de la paz y de las víctimas de la guerra. En un mensaje publicado en la conclusión de su Asamblea Plenaria, desarrollada del 2 al 8 de noviembre del 2003 en Kinshasa, los Superiores mayores de los institutos de vida consagrada y de los institutos de vida apostólica en el Congo han hecho el solemne compromiso de “comprometerse a obrar siempre y en todo lugar por la reconciliación de nosotros mismos con dios, con nuestro prójimo para pacificar a los pueblos de la región de los Grandes Lagos, del África Central y de tosa África”.
En su comunicado, los Superiores mayores denuncian el silencio y el inmovilismo de los dirigentes congoleños y de todas las formas usadas para incitar al odio étnico entre la población congoleña. Los religiosos han recordado también la responsabilidad internacional en la promoción de la violencia en el Congo, a la luz de los numerosos informes de las Naciones Unidas y de las organizaciones para la defensa de los derechos humanos que denuncian el saqueo de las riquezas congoleñas, las masacres y los crímenes cometidos durante la guerra, la violencia sexual, los homicidios, profanación de los lugares de culto, destrucción de hospitales y escuelas, ante la indiferencia de la comunidad internacional que ha silenciado a los 3 millones de muertos de la guerra congoleña.
La sección de Kisangani de Pax Christi denuncia con fuerza la reanudación de los combates en el Ituri, al noreste de la RDC, en un comunicado publicado el 7 de noviembre. “Es necesario arrestar y llevar ante tribunales responsables a los autores de los crímenes perpetrados en esta parte de la RDC, comenzando por los responsables de los movimientos que utilizan milicias tribales contra la población civil”. Pax Christi pide que el gobierno congoleño y la comunidad internacional asuman sus responsabilidades para poner fin a la guerra dirigida por los ejércitos tribales en la región. “Es necesario que el gobierno de la RDC, apoyado por la fuerza internacional, asegure realmente la seguridad en el Ituri”, donde la situación ha empeorado tras los ataques a los Cascos Azules de la MONUC (Misión de las Naciones Unidas en el Congo) en Bunia, la capital de la región.
Un portavoz de las Naciones Unidas ha denunciado a las dos milicias rivales, la de los Hema y la de los Lendu, como responsables de los ataques a los soldados de la ONU.
La MONUC está tomando medidas para tratar de parar la violencia, estableciendo puestos de bloqueo y realizando pesquisas en busca de armas. En el curso de una de estas operaciones fue muerto el comandante de uno de los al menos 10 movimientos rebeldes que actúan en la región. Se trata de Claude Aboli, jefe del Partido para la Unidad, la Solidaridad y la Integridad del Congo (PUSIC).
Según la ONU, ha concluido ya la fase inicial del despliegue de los 4.500 soldados de la MONUC que han llegado, además de a Bunia, a las principales ciudades de la región. (L. M.) (Agencia Fides 11/11/2003. Líneas: 38- Palabras546)


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