Organo de informacion de las Obras Misionales Pontificias desde 1927
Roma (Agencia Fides) - En su 12° Capítulo general, celebrado recientemente, las Maestras Pías Venerini eligieron como Superiora genera la Sor María Teresa Crescini, quien durante los últimos veinte años trabajó al servicio de las Pontificias Obras Misioneras. En particular, Sor María Teresa se desempeñó como Secretaria nacional de la Pontifica Obra de la Infancia Misionera y en la Dirección nacional de las Pontificias Obras Misioneras de Italia y, sucesivamente, trabajó en el Secretariado Internacional de la misma Obra.
Rosa Venerini nació en Viterbo el 9 de febrero de 1656. De joven buscó por mucho tiempo un camino que recorrer con el fin de servir a Dios y al prójimo. A los 24 años comenzó a reunirse con las jóvenes y mujeres del vecindario para recitar juntas el Rosario. De este modo pudo darse cuenta de la precaria situación económica, cultural y moral en la que éstas vivían. Luego de mucha reflexión, el 30 de agosto de 1658, Rosa abre la Escuela de las Maestras Pías Venerini: la primera escuela pública femenina en Italia, con el fin de buscar el crecimiento espiritual y la sana emancipación de la mujer. En los años siguientes, Rosa fundó otras muchas escuelas en diferentes ciudades de Italia. Rosa Venerini murió en Roma el 7 de mayo de 1728.
Librar de la ignorancia y del mal para que sea visible el proyecto de Dios del que cada persona es portadora: es ésta la herencia que Rosa Venerini ha dejado a sus Hijas; ellas buscan vivirla y transmitirla en cada lugar en el que trabaja, privilegiando siempre a los más pobres. La Congregación, luego de haber hecho su contribución a favor de los Italianos emigrados a los Estados Unidos, desde 1909, y a Suiza de 1971 a 1985, extendió su actividad apostólica a otros países: India, Brasil, Camerún, Rumania, Albania, Chile, Venezuela y Nigeria. Santa Rosa Venerini fue canonizada por Benedicto XVI el 15 de octubre de 2006, en Roma: “de su abandono en Dios, brotaba la clarividente actividad que realizaba con valentía en favor de la elevación espiritual y de la auténtica emancipación de las jóvenes de su tiempo” dijo el Papa durante su homilía, subrayando la actualidad y la importancia del servicio de sus hijas espirituales “en el campo de la escuela y especialmente de la formación de la mujer”. (S.L.) (Agencia Fides 3/9/2007; líneas 33, palabras 389)
