EUROPA/FRANCIA - El Cardenal Philippe Barbarin dirigió la peregrinación a Roma y al Vaticano de una delegación de las Obras Misionales Pontificias de Francia

viernes, 25 mayo 2007

Roma (Agencia Fides)- “Junto con S.E.R. el Cardenal Philippe Barbarin, Presidente de las Obras Misionales Pontificias de Francia, hemos querido agradecer a todas las personas cercanas a la POM francesa y a nuestros benefactores, de manera particular a aquellos que trabajan en el ámbito del ‘Comité de apoyo de la Casa de Loreto’, constituido en el 2002” declara a la Agencia Fides Gaëtan Boucharlat de Chazotte, Secretario General del Consejo de Administración de las OMP francesa, miembro de la delegación que realizó la peregrinación a Roma y al Vaticano.
La delegación, guiada por S.E.R. el Cardenal Philippe Barbarin, Arzobispo de Lyón, Primado de las Galias y Presidente de la Asociación Francesa de las Obras Misionales Pontificias, fue recibida en audiencia por el Papa Benedicto XVI el miércoles 23 de mayo. La delegación visitó también la sede de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos donde se encontró con S.E.R. el Cardenal Ivan Dias, Prefecto de la Congregación, con S.E. Mons. Robert Sarah, Secretario de la Congregación, y con S.E. Mons. Henrik Hoser, Secretario Adjunto y Presidente de las Obras Misionales Pontificias.
Durante la peregrinación el Cardenal Barbarin condecoró con una distinción pontificia a dos laicos que se han distinguido particularmente por su ayuda a las OMP. Se trata del Señor Robert Halley, Presidente del Grupo Carrefour, con el título de Comendador de San Gregorio Magno, y al Señor Henri Montagne, notario y Vicepresidente de la estructura civil de la POM, con el título de Caballero de la Orden de San Gregorio Magno.
La Agencia Fides les hizo algunas preguntas sobre cómo es posible vivir en el mundo de hoy la generosidad cristiana y sobre la importancia de colaborar entre laicos y sacerdotes en la común misión de difundir el Evangelio. “Pienso que cuando uno en el transcurso de su vida ha recibido medios que son fruto de una circunstancia favorable, no somos nosotros a poseerlos sino solamente sus administradores para permitir que estos sean usados a favor del bien común y a favor del hombre” afirma Robert Halley y añade “Los laicos tiene que asumir su responsabilidad en la administración de las actividades concretas, en la gestión de los bienes materiales, permitiendo que los sacerdotes se concentren en su misión de guías espirituales”.
“En el Evangelio se dice que algunas personas asistían a Cristo y a sus amigos compartiendo con ellos sus bienes”, recuerda Henri Montagne, “En mi caso yo pongo a disposición mi tiempo y mis capacidades administrativas en la gestión de la Pontificia Obra Misionera. Que se trate de dinero o de tiempo personal es lo mismo, son riquezas que se ponen a disposición de la Iglesia. Es una exigencia para nosotros y es una exigencia de la Iglesia. Es una misión a beneficio de otros. Se trata de vocaciones y de talentos distintos: algunos tienen vocación de sacerdotes para acompañar a las personas en su fe, otros tienen encargos económicos y sociales. Es necesario que cada uno responda según sus propias capacidades y actitudes. Pero el espíritu es el mismo y la misión es una sola: la de difundir la Buena Noticia siendo testigos del Evangelio” (L.M.) (Agencia Fides 25/5/2007 líneas 38 palabras 543)


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