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Mogadiscio (Agencia Fides) - “Es una situación muy triste porque no hay deseo alguno de diálogo y de paz. Los protagonistas de esta crisis han asumido una actitud maximalista que ha lanzado Somalia en el caos” dice a la Agencia Fides Mons. Giorgio Bertin, Obispo de Gibuti y Administrador Apostólico de Mogadiscio, donde han recomenzado los violentos combates entre las tropas etíopes y gubernamentales, por un lado, y los milicianos de los clanes que se oponen al Gobierno de Transición nacional, por otro.
“Quien sufre es la población que desea solamente la paz” dice el Obispo. “Quisiera apelar al sentido de responsabilidad de los responsables políticos somalíes ante su propia gente. En particular los jefes tradicionales del clan Hawaiye, el principal de Mogadiscio. Es increíble ver cómo los miembros de este clan, que se han combatido entre ellos por meses, se unen sólo para combatir contra un enemigo externo (los etíopes) e interno, el Presidente Yusuf presentado sólo como un exponente del clan rival de los Darod, y no como el Presidente reconocido por la comunidad internacional. Si se quiere la ayuda de la comunidad internacional es necesario conceder algo, dar la posibilidad a las instituciones por ella reconocidas de buscar traer de nuevo un poco de orden al país”.
“La lógica del clan no explica en todo caso el origen de estas violencias, hay ciertamente influjos del islamismo radical y hay fuertes intereses de grupos criminales, que no tienen nada que ver con la política o con la religión, pero que alimentan el caos para poder continuar tranquilamente con sus negocios ilícitos” añadió Mons. Bertin.
Los choques, que explotaron esta mañana, rompen el acuerdo de cese al fuego firmado la semana pasada por los ancianos del clan Hawiye y los comandantes militares etíopes. Los choques son particularmente violentos y ven el uso por parte etíope de medios pesados como helicópteros de combate que han lanzado misiles contra una de las guarniciones de los integralistas islámicos. Desde la intervención multinacional guiada por la ONU en los años ’90 la capital somalí no veía el empleo de estos medios. (L.M.) (Agencia Fides 29/3/2007 líneas 29 palabras 386)
