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Mogadiscio (Agencia Fides) - "La prudencia debería conducir todas las actividades humanas. Con mayor razón cuando se actúa en un País como Somalia. Este acto corre el peligro de echar más gasolina sobre una situación explosiva". Afirma Mons. Giorgio Bertin, Obispo de Djibouti y Administrador Apostólico de Mogadiscio, a la Agencia Fides mostrando su preocupación por el ataque ralizado por un avión militar estadounidense la tarde de ayer, 8 de enero, sobre la aldea de Badel, en el sur de Somalia. “No me parece que este ataque refuerce el apoyo de la población somalí al frágil Gobierno de Transición y a Etiopía" continúa el Obispo.
Según noticias de la prensa, en el ataque habría muerto un importante líder terrorista, que se consideraba implicado en los atentados contra las embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzanía de 1998, mientras que otros exponentes del terrorismo estarían desde hace tiempo en el punto de mira de la inteligencia occidental que opera en la región. Entre estos, estarían también los responsables de la matanza de Annalena Tonelli, la voluntaria católica italiana asesinada en el 2003, (ver Fides 6 y 9 de octubre de 2003). "Desde hace años repito que habría que buscar a los mandantes de la muerte de Annalena Tonelli y de otros cooperadores occidentales en Mogadiscio dónde se habían establecido elementos del extremismo islámico, que han conducido una campaña de odio hacia todo lo que representa el occidente" confirma Mons. Bertin. "Pero esto no nos exime del recordar que hay y debe haber otras vías para frenar el extremismo. Sembrar muerte y destrucción, más allá de los aspectos éticos, también es contraproducente para quien quiere luchar contra el terrorismo."
El presidente ad ínterin somalí, Abdullahi Yusuf Ahmed, que llegó ayer, 8 de enero, a Mogadiscio por primera vez desde que fue elegido en octubre del 2004, ha declarado que los militares estadounidenses tienen el derecho de atacar a los terroristas de Al Qaida en todo el mundo: y que la incursión en Somalia forma parte de esta estrategia.
El Presidente tiene la misión tarea de estabilizar un País que carece de un gobierno estable desde 1991 y que desde entonces ha caído en la anarquía y en la guerra civil. Después de haber expulsado las Cortes islámicas de Mogadiscio, con la contribución del ejército etíope, el Gobierno de transición quiere estabilizar la situación con la intervención de una fuerza de paz africana. "La comunidad internacional debe crear el marco dentro del que los somalíes deben trazar la política para reconducir la paz en Somalia" dice Mons. Bertin. "En Somalia existe un refrán que dice: "Sólo el jorobado sabe en que posición puede dormir". Lo mismo ocurre para los somalíes. Sólo ellos saben cuáles son los pasos necesarios para estabilizar el País. Pero con la condición de que la comunidad internacional apoye sus esfuerzos y no explote las divisiones de los somalíes para otros fines" concluye el Obispo. (L.M) (Agencia Fides 9/1/2007 Líneas: 35 Palabras: 496)
