VATICANO/ÁNGELUS - Papa León: hay que pedir al “Dueño de la mies” que envíe “obreros alegres” al “campo de la misión”

domingo, 6 julio 2025 papa león xiv   misión   evangelio   anuncio   vocaciones  

VaticanMedia

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - La Iglesia y el mundo «no necesitan personas que cumplen con sus deberes religiosos mostrando su fe como una etiqueta exterior». En cambio, se necesitan «obreros deseosos de trabajar en el campo de la misión, discípulos enamorados que den testimonio del Reino de Dios dondequiera que se encuentren». Y para despertar su entusiasmo no se necesitan «demasiadas ideas teóricas sobre conceptos pastorales». En cambio, se necesita, sobre todo, «rezar al dueño de la mies» y pedirle todo a Él.

Así lo ha recordado hoy el Papa León XIV, en la breve catequesis que ha precedido al rezo de la oración mariana del Ángelus.

Asomado a la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico, ante la multitud reunida en la Plaza de San Pedro a pesar del gran calor, el Papa León se ha inspirado en el pasaje del Evangelio de Lucas leído en la liturgia del día para recordar algunos rasgos propios e incomparables del dinamismo apostólico que anima a la Iglesia.

El Evangelio de hoy – ha comenzado diciendo el Papa Prevost- «nos recuerda la importancia de la misión, a la que todos estamos llamados, cada uno según su vocación y en las situaciones concretas en las que el Señor lo ha puesto». En el pasaje evangélico leído hoy durante las misas, Jesús envía de dos en dos a setenta y dos discípulos a lugares y ciudades a los que él mismo tiene intención de ir. Un número simbólico, referible a las naciones que entonces se consideraban presentes en la tierra. Un número – ha explicado el Papa León- «que la esperanza del Evangelio está destinada a todos los pueblos. Tal es la amplitud del corazón de Dios: su abundante cosecha, es decir, la obra que Él realiza en el mundo para que todos sus hijos sean alcanzados por su amor y sean salvados».

En el dinamismo propio de la obra apostólica –ha señalado el Pontífice- es Dios mismo quien siembra y hace crecer la cosecha para la recolección. Es el Señor quien, «como un sembrador, ha salido generosamente al mundo a sembrar y ha puesto en el corazón del hombre y de la historia el deseo de infinito, de una vida plena, de una salvación que lo libere». Así, «el Reino de Dios germina como una semilla en la tierra y los hombres y mujeres de hoy, incluso cuando parecen abrumados por tantas otras cosas, esperan una verdad más grande, buscan un sentido más pleno para su vida, desean justicia y llevan en su interior un anhelo de vida eterna».

Ante el florecimiento de las expectativas de salvación y vida eterna – ha continuado el Pontífice, recordando las palabras de Jesús-, «son pocos los obreros que van a trabajar al campo sembrado por el Señor y que, antes aún, son capaces de reconocer, con los ojos de Jesús, el buen grano listo para la cosecha». Son pocos «los que se dan cuenta, los que se detienen para acoger el don, los que lo anuncian y lo llevan a los demás».

El Papa León, continuando con su reflexión, ha reconocido que «quizás no falten los “cristianos de ocasión”, que de vez en cuando dan cabida a algún buen sentimiento religioso o participan en algún evento; pero son pocos los que están dispuestos a trabajar cada día en el campo de Dios, cultivando en su corazón la semilla del Evangelio para luego llevarla a la vida cotidiana, a la familia, a los lugares de trabajo y de estudio, a los diversos entornos sociales y a quienes se encuentran en necesidad». Y para ver llegar a otros «obreros al campo de Dios» no se necesitan «demasiadas ideas teóricas sobre conceptos pastorales; se necesita, sobre todo, rezar al dueño de la mies». Será Él quien «nos convertirá en sus obreros y nos enviará al campo del mundo como testigos de su Reino».

Tras el rezo del Ángelus, junto con las palabras de saludo a la multitud y a los diferentes grupos presentes en la Plaza de San Pedro, el Pontífice ha expresado su más sincero pésame a las familias que han perdido a sus seres queridos, en particular a sus hijas, en la tragedia del campamento de verano arrasado por la crecida del río Guadalupe en Texas, Estados Unidos. «Recemos por ellos», ha dicho el Papa León, quien luego, refiriéndose a los escenarios de guerra que desgarran el mundo, ha pedido «al Señor que toque los corazones e inspire las mentes de los gobernantes, para que sustituyan la violencia de las armas por la búsqueda del diálogo». Por último, el obispo de Roma ha anunciado su traslado a Castel Gandolfo, «donde pienso permanecer para un breve período de descanso. Deseo a todos – ha concluido el Pontífice- que puedan disfrutar de un tiempo de vacaciones para reponer fuerzas físicas y espirituales».
(GV) (Agencia Fides 6/7/2025)


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