Luanda (Agencia Fides) – “Rezamos por Mozambique, atrapado en una espiral de violencia que no es el remedio para nuestro mundo fracturado. La violencia genera más violencia, causando sufrimiento, angustia y migraciones forzadas”, ha expresado el padre Celestino Epalanga, SJ, durante la celebración eucarística del 3 de enero en la parroquia de Nuestra Señora de Fátima, en la archidiócesis de Luanda.
En su homilía durante la Vigilia por la Paz, con la que ha concluido la iniciativa espiritual de tres días de los miembros de la Conferencia Episcopal de Angola y Santo Tomé y Príncipe (CEAST) en favor del pueblo de Mozambique, el P. Epalanga ha destacado las consecuencias devastadoras de la violencia que impera en Mozambique y en todo el mundo.
El triduo propuesto por el jesuita, que es Secretario Ejecutivo de la Comisión Justicia y Paz (CCJP) de la Conferencia Episcopal de Angola y Santo Tomé (CEAST), ha terminado con un llamamiento a poner fin a la violencia en la nación del sur de África, asolada por violentos conflictos postelectorales (véase Agencia Fides 7/1/2025).
“Responder a la violencia con violencia sólo conduce al desplazamiento, como lo demuestra la situación de los refugiados mozambiqueños que buscan seguridad en los países vecinos”, ha afirmado, haciendo un llamado a los angoleños a reflexionar sobre la situación de los más vulnerables: niños, mujeres embarazadas y ancianos.
El sacerdote ha recordado que Jesús vivió en tiempos violentos y enseñó que “el verdadero campo de batalla es el corazón humano, del que surgen el mal y la paz. La respuesta que Él nos ofrece es radical y positiva. Predicó el amor incondicional de Dios y siguió el camino de la no violencia hasta la cruz, trayendo la paz y destruyendo la hostilidad”. Además ha destacado que “la paz es el sueño de Dios para la humanidad. La no violencia, practicada con constancia, ha logrado resultados notables”.
“La oración es poderosa. La Iglesia está comprometida en estrategias no violentas por la paz en muchas naciones. Esta misión no sólo pertenece a la Iglesia católica, sino a todas las tradiciones religiosas que valoran la compasión y la no violencia”, ha concluido el padre Celestino, subrayando el valor de la oración en la búsqueda de la paz en Mozambique.
Durante la vigilia en Luanda, los fieles han encendido velas desde la llama del altar, colocándolas en el patio de la iglesia como una ofrenda simbólica de paz. El acto, celebrado al aire libre, ha incluido un altar improvisado para la celebración de la eucaristía.
La iniciativa espiritual organizada por el CCJP del CEAST se enmarca en el Año Jubilar 2025 de la Iglesia católica, que el Papa Francisco inauguró oficialmente en Nochebuena abriendo la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro. Las actividades, de tres días de duración, se han celebrado en todas las parroquias católicas de Angola y Santo Tomé y Príncipe.
(AP) (Agencia Fides 9/1/2025)