ASIA/CAMBOYA - El “Cristo Mutilado” de Battambang abraza el dolor de los discapacitados de guerra

martes, 3 diciembre 2024 evangelización   discapacitados  

Jesuit global

Battambang (Agencia Fides) – “Hay muchos discapacitados en Camboya: muchos son víctimas de la guerra civil y de las minas terrestres esparcidas por el territorio camboyano. En mi camino recibí una inspiración del Señor: en una casa de ejercicios espirituales en Portugal vi la imagen de un Cristo mutilado. Desde entonces, esa imagen se ha convertido en mi cruz pectoral”, declara a la Agencia Fides el jesuita Enrique Figaredo Alvargonzález, Prefecto Apostólico de Battambang, misionero desde hace 40 años en Camboya. Estas palabras la ha compartido con ocasión del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, que se conmemora hoy, 3 de diciembre.

Tal jornada, instaurada por las Naciones Unidas en 1981, busca concienciar sobre las cuestiones relacionadas con la discapacidad y promover la dignidad, los derechos, las oportunidades y el bienestar de estas personas.

El Prefecto Apostólico explica los tres significados profundos del “Cristo mutilado”, una figura que, según él, “ofrece motivación, luz y alegría a las personas con discapacidad”. El primer significado: “A Cristo le falta una pierna, como a tantas personas discapacitadas en Camboya. Jesús, nuestro Señor, se identifica con su sufrimiento. Es como ellos, está con ellos, vive su mismo dolor para redimirlo. La gente puede decir: Jesús es uno de nosotros, no estamos solos, Él sufre con nosotros”.

El segundo significado: “A través de su sufrimiento, los discapacitados se unen al sufrimiento de Cristo para la salvación del mundo. Ven y comprenden un sentido en su sufrimiento, lo que les da una nueva luz. Se unen a Cristo que sufre en todos los pobres y en todas las injusticias del mundo: están a su lado y con Él ofrecen sus dolores por la salvación de la humanidad”.

El tercer significado, prosigue Figaredo, “es que el Cuerpo místico del Señor está incompleto. En el Cuerpo místico de Cristo nosotros somos los miembros: las manos, los brazos, las piernas, pero falta algo. Falta una pierna por el no conocimiento y la no aceptación del amor de Dios. El Señor es rechazado por gran parte de la humanidad. Nuestra misión es ser la parte que falta: somos nosotros los que completamos el Cuerpo místico de Cristo para la humanidad. Este Cristo es misionero, como suelo decir durante la misa. Estamos llamados a expresar y ser aquello que falta para alcanzar la plenitud del Cuerpo místico. Esta misión también da sentido y alegría a la vida de los discapacitados”.
(PA) (Agencia Fides 3/12/2024)


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