Abuja (Agencia Fides) – “La gravedad de la inundación ha superado con creces las estimaciones del gobierno y de todos nosotros, convirtiéndola en la más catastrófica en Maiduguri en más de tres décadas”, afirma un informe enviado a la Agencia Fides por la diócesis de Maiduguri, la capital del Estado de Borno, en el noreste de Nigeria, que ha sido afectada por las inundaciones provocadas por el colapso de la presa de Alau (véase Fides 13/9/2024).
“El alcance sin precedentes de la inundación ha planteado desafíos que superan nuestras experiencias previas, ya que más de la mitad de la ciudad está bajo el agua. Ha habido varias muertes y se han destruido propiedades por un valor de miles de millones de naira”, se lee en el informe, que también indica que más de un millón de personas se han visto afectadas, de las cuales 410.000 han tenido que desplazarse.
“La inundación, que empezó el fin de semana y empeoró en los días siguientes, se produjo por el exceso de agua en la presa de Alau. El colapso de los conductos de desagüe desencadenó una importante oleada de agua río abajo, causando inundaciones generalizadas en las comunidades circundantes. El gobierno y los organismos pertinentes siguen esforzándose por evacuar y reasentar a los residentes de las zonas afectadas y garantizar el suministro de alimentos, refugio y asistencia médica, pero la situación es angustiosa. Los campos de desplazados internos que habían sido cerrados oficialmente por el gobierno han tenido que ser reabiertos para alojar a las personas que han perdido sus hogares en las inundaciones”.
“En lo que respecta a la Iglesia Católica, tanto la Secretaría Diocesana como la Catedral de San Patricio están completamente inundadas. También se han visto gravemente afectadas las siguientes parroquias: St John Custom, St Michael Railway y St Augustine Gwange. Aunque todavía estamos evaluando el alcance de la catástrofe, calculamos que más de 20.000 fieles católicos en esas parroquias se hayan afectados, lo que representa unas 3.000 familias”.
“Más del 40% de la ciudad sigue bajo el agua. Es difícil determinar el alcance exacto de las pérdidas humanas y materiales. Se están tomando medidas y recopilando datos para hacer una categorización precisa y detallada de las pérdidas”.
El informe concluye con un llamado a la solidaridad: “Que Dios Todopoderoso nos ayude a superar esta catástrofe y alivie todo nuestro sufrimiento. Pedimos oraciones especiales por las familias y por todos aquellos que han sido afectados por la inundación, para que Dios les dé fortaleza y consuelo. También solicitamos apoyo financiero para que la diócesis pueda ayudar a las víctimas de la inundación. Las necesidades más urgentes son alimentos, asistencia médica/sanitaria y refugio temporal”.
(L.M.) (Agencia Fides 17/9/2024)