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Por Fabio Beretta
Vanimo (Agencia Fides) – Abrazos, oraciones, fotografías. Y un plato típico argentino para celebrar el estar juntos. Todo en apenas media hora. Eso ha sido lo que ha durado el encuentro privado entre el Papa Francisco y un grupo de misioneros del Instituto del Verbo Encarnado (IVE), presentes desde hace años en el norte de Papúa Nueva Guinea.
“El Papa – ha explicado a Fides el padre Alejandro Díaz, de 51 años, misionero argentino del IVE – ha querido venir hasta aquí, a Vanimo, que es una ciudad pequeña (150 mil habitantes, ndr) y muy pobre. Primero ha encontrado a la comunidad local de Vanimo (véase Fides 8/9/2024). Luego, ha llegado al cercano pueblo de Baro para realizar una visita privada a nuestra escuela”, la Holy Trinity Humanistic School.
Existe un lazo de amistad entre el Obispo de Roma y esta comunidad de misioneros, un vínculo que ha comenzado hace años: “Siempre nos ha apoyado. Gracias a las ayudas que nos ha enviado, hemos construido un internado para chicos; hemos conseguido vehículos todoterreno para movernos por la selva y también hemos podido comprar un pequeño autobús que sirve de transporte escolar para las aldeas”.
“Unas dos mil personas, que han llegado incluso de aldeas cercanas, lo han esperado aquí para verlo y saludarlo”, cuenta el padre Díaz. “Lo hemos recibido calurosamente. Para la ocasión, hemos preparado un pequeño concierto. Organizamos una pequeña orquesta compuesta por los estudiantes de nuestra escuela, que durante semanas han ensayado las melodías”.
Luego, en una sala contigua, ha tenido lugar el encuentro privado con los seis misioneros que viven aquí y llevan adelante la obra de anunciar el Evangelio: "Le hemos ofrecido al Papa un mate, la bebida típica de Argentina, y también torta frita, otro plato típico argentino". En los pocos minutos que han tenido para la conversación, revela el misionero, "el Pontífice nos ha alentado a continuar la misión en el camino que hemos emprendido aquí. Luego nos ha dejado varios regalos, especialmente Biblias y Rosarios para entregar a los fieles y catequistas. También nos ha donado una maravillosa estatua de madera de San José".
En diversas ocasiones, el Papa Francisco —que ha querido celebrar el inicio de su ministerio petrino el 19 de marzo de 2013, en la Solemnidad de San José— ha señalado al esposo de María y padre adoptivo de Jesús como aquel que sabe “caminar en la oscuridad”, experto en “escuchar la voz de Dios” y en “avanzar en silencio”.
Ha habido también un momento de convivencia con las Hermanas del Verbo Encarnado presentes en Baro: “El Pontífice se ha detenido para saludarlas y sacarse algunas fotos. Su comitiva lo presionaba, recordándole que se hacía tarde y que el avión debía partir, pero él seguía bromeando con todos nosotros”.
Antes de regresar a Port Moresby, como estaba previsto en el programa, el Papa Francisco ha bendecido 25 imágenes de la Patrona de Argentina, la Virgen de Luján (una imagen que poco antes, al finalizar el encuentro con los fieles de Vanimo en la explanada frente a la Catedral de la Santa Cruz, el Papa había homenajeado con la rosa de oro). “Son 25 porque la llegada del Pontífice coincide con los 25 años desde la llegada a Papúa Nueva Guinea de la estatua de Nuestra Señora de Luján”. “En los próximos días – explica el padre Diaz – las donaremos a las capillas de los pueblos diseminados en la selva”.
Esta tarde “ha sido para nosotros, los misioneros, como una caricia. Nos sentimos alentados a continuar por este camino. El Papa nos lo ha pedido”. (Agencia Fides 8/9/2024)
