photo Ol'ga Dubjagina
de Chiara Dommarco
Kaliningrado (Agencia Fides) - “La esperanza no es solo la expectativa de algo deseado y lejano, es un anticipo en el que ya podemos encontrar lo que deseamos”. Con estas palabras el padre Denis Malov CMF dio la bienvenida a los participantes en el Encuentro de Jóvenes de la Archidiócesis de la Madre de Dios en Moscú (Eparchial'naja Vstreča Molodëži), que tuvo lugar del 31 de julio al 4 de agosto en Kaliningrado, un enclave ruso entre Polonia, Lituania y el Mar Báltico. En el evento participaron un centenar de adultos, en su mayoría con edades comprendidas entre 14 y 30 años, entre ellos siete fieles de la Iglesia ortodoxa rusa y tres catecúmenos. Los acompañó durante estos intensos días, además de varios sacerdotes, también el obispo auxiliar de la archidiócesis, Nikolaj Dubinin. Los participantes, procedentes de 23 ciudades situadas en el territorio de la archidiócesis católica, fueron acogidos por los católicos de Kaliningrado en familias o en centros parroquiales.
El evento, titulado “Sed felices en la esperanza” (Romanos 12,12), -como la carta que el Papa Francisco envió a los jóvenes del mundo con motivo de la XXXVIII Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) celebrada en las Iglesias particulares el 26 de noviembre de 2023- , se pensó como una continuidad con el evento de Lisboa en el que participaron jóvenes de todo el mundo ahora hace un año (del 1 al 6 de agosto de 2023). El evento de Kaliningrado, que se desarrolló como etapa intermedia entre la JMJ de 2023 y el Jubileo de 2025, tuvo lugar un año después del Encuentro de Jóvenes Católicos Rusos de San Petersburgo, que se celebró dos semanas después de la JMJ de Lisboa (Fides 6/7/2023), y precede al Jubileo de la Juventud 2025, también sobre el tema de la esperanza.
Por primera vez, cuando aún no había comenzado el evento, se organizaron dos días de formación para los voluntarios que los días 29 y 30 de julio se reunieron para vivir momentos de profundización en los diferentes aspectos del servicio a la comunidad. Se organizaron para preparar con cuidado la liturgia, la música o incluso la limpieza de los lugares que los acogerían. Entre las iniciativas más creativas de los voluntarios se encontraba la versión en ruso del himno del Jubileo 2025.
El programa, muy rico y variado, incluyó, además de la misa diaria, varios encuentros en la ciudad celebrados en las dos parroquias católicas de San Adalberto y de la Sagrada Familia y viajes a la región de Kaliningrado. El 31 de julio estuvo dedicado al conocimiento mutuo y de la historia -no solo religiosa- de la ciudad a través de una búsqueda del tesoro y una visita a la catedral, cerca de la que está enterrado Immanuel Kant (1724-1804). El segundo día los jóvenes hicieron una pequeña peregrinación a la cruz levantada en el lugar donde fue martirizado san Adalberto, obispo de Praga, santo de la Iglesia indivisa, en el año 997.
A continuación, los participantes discutieron el tema de la esperanza, realizaron diversas actividades deportivas en grupo y fueron a la playa para disfrutar de la vista del Mar Báltico. El día siguiente estuvo dedicado al uso de las redes sociales para el anuncio del Evangelio, con dos seminarios sobre el tema, y a la presentación del próximo año jubilar, concluyendo con la adoración eucarística acompañada de la oración de Taizé en varias lenguas.
El sábado tuvo lugar una segunda búsqueda del tesoro bajo el título “Peregrinos de la esperanza” y una velada de cantos y música. Para concluir, el domingo los jóvenes recibieron el mandato de ser “mensajeros de la esperanza” allí donde todos viven su vida cotidiana, en espera de los próximos acontecimientos del Jubileo de 2025. La provincia eclesiástica de la Iglesia católica en Rusia está formada por la archidiócesis de la Madre de Dios en Moscú y sus tres diócesis sufragáneas: la diócesis de San Clemente en Saratov, la de San José en Irkutsk y la de la Transfiguración en Novosibirsk. Dado que los católicos en la Federación Rusa representan menos del 1% de la población total, las comunidades son pequeñas y al estar repartidas en un vasto territorio a veces reciben la visita de un sacerdote pocas veces al año.
(Agencia Fides 5/8/2024)