Johannesburgo (Agencia Fides) - Cyril Ramaphosa ha sido confirmado como Presidente de Sudáfrica y se ha constituido una coalición de gobierno sin precedentes, formada por los opositores históricos del apartheid y por el partido considerado expresión de los "blancos".
Estas han sido las conclusiones de las elecciones legislativas celebradas en Sudáfrica el 29 de mayo (véase Fides 31/5/2024), en las que el ANC (Congreso Nacional Africano,) ha perdido la mayoría absoluta por primera vez desde 1994, cuando se celebraron las primeras elecciones verdaderamente libres tras el fin del apartheid. Una mayoría absoluta que ha permitido al partido de Nelson Mandela gobernar en solitario todo este tiempo. Con 159 escaños de un total de 400, el ANC sigue siendo el primer partido de Sudáfrica, pero ha tenido que buscar aliados para lograr la reelección de su líder, Ramaphosa, como presidente y, posteriormente, establecer un Gobierno de coalición calificado de "inclusivo". Además del ANC, incluirá a la Alianza Democrática (DA), rival histórico del ANC, que representa los intereses de los sudafricanos de origen europeo y de los círculos financieros e industriales, así como al Inkatha Freedom Party, un partido conservador zulú, y a la también conservadora Patriotic Alliance.
Gracias a esta alianza, Ramaphosa ha sido reelegido el 15 de junio con 283 votos por la recién instalada Asamblea Nacional. En Sudáfrica, a diferencia de otros países africanos, el Jefe de Estado no es elegido por votación popular, sino por la Asamblea Legislativa. Al puesto presidencial optaba Julius Malema, líder fundador de los Economic Freedom Fighters (Luchadores por la Libertad Económica), partido de izquierdas y antiguo miembro de la liga juvenil del ANC, que obtuvo 44 votos. Los 58 diputados del MK (uMkhonto weSizwe), la formación política del ex presidente Jacob Zuma, que también abandonó el ANC, no han participado en la votación para elegir al Presidente. Han denunciado supuestas irregularidades en las elecciones del 29 de mayo, pidiendo a la Comisión Electoral Independiente que las anule.
Esto ha creado una fuerte polarización política entre una mayoría "centrista" y una oposición de izquierdas, que se opone firmemente a la actual dirección del ANC. No es casualidad que los líderes de las dos mayores formaciones de la oposición, Zuma y Malema, sean antiguos miembros del ANC. Ramaphosa, sin embargo, tendrá que lidiar con una oposición dentro de su propio partido a la que no le gusta la alianza con la DA. Además, el boicot del trabajo parlamentario por parte de los 58 diputados de Zuma podría generar más tensiones en el país. A pesar de su detención en 2021 por desacato al tribunal, Zuma conserva cierto seguimiento popular en su feudo electoral, KwaZulu-Natal, como demuestran los disturbios que estallaron en esta provincia inmediatamente después del anuncio de su encarcelamiento.
(L.M.) (Agencia Fides 17/6/2024)