ÁFRICA/MADAGASCAR - El oratorio salesiano de Ankililoaka punto de referencia para 800 jóvenes malgaches en situación de vulnerabilidad

miércoles, 5 junio 2024

SDB

Ankililoaka (Agencia Fides) - Ankililoaka, archidiócesis de Toliara, es una ciudad del suroeste de Madagascar, uno de los países más pobres del mundo donde el 75% de la población vive en chabolas. Para hacer frente a las numerosas situaciones de penuria, hace más de cuarenta años una comunidad salesiana, invitada por la diócesis local, comenzó a promover la educación, la evangelización, la promoción humana y la formación profesional, tratando de acompañar a los jóvenes en situación de vulnerabilidad.

«Un punto de referencia importante para los jóvenes de la zona ha sido siempre, desde nuestra llegada en 1981, el oratorio, un lugar abierto pero protegido donde niños y jóvenes aprenden el verdadero significado de la amistad, el respeto, la solidaridad y la responsabilidad. Un espacio para crecer, jugar y rezar en la pequeña iglesia que es el corazón de este oratorio al que asisten 800 jóvenes coordinados por 35 animadores». Lo cuenta a la Agencia Fides el actual obispo de Moramanga, diócesis de reciente formación, el misionero Rosario Vella, S.D.B., que fue párroco en Ankililoaka de 1982 a 1995.

La edad media del 60% de la población de Madagascar es de 20 años. El objetivo de los misioneros salesianos es precisamente ofrecer a cada uno de estos jóvenes, en un marco estructurado y sólido, oportunidades de futuro a través de programas de formación que respondan a las capacidades y necesidades de la sociedad malgache, estimulándoles a reflexionar y a buscar su propia autonomía.

Las familias sin techo abarrotan las calles de los suburbios de Madagascar, improvisando refugios de cartón o plástico; otras viven en chabolas de madera, que pueden incendiarse sobre todo en la estación seca. Muchos menores sobreviven en la calle, en grupos, intentando hacer pequeños trabajos o cometiendo robos menores para conseguir comida.

Para la población local, los Hijos de Don Bosco representan un punto de referencia cotidiano como auténticos garantes de sus derechos y defensores de sus oportunidades de progreso. Por eso los misioneros salesianos quieren seguir ofreciendo su apoyo a los jóvenes de la mejor manera posible, como lo habría hecho su Fundador.
(AP) (Agencia Fides 5/6/2024)


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