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Bujumbura (Agencia Fides) - "Más que alarma, las palabras del Presidente han suscitado perplejidad en la opinión pública y en la comunidad internacional" afirman fuentes de la Iglesia local comentando las declaraciones del Presidente Pierre Nkurunziza sobre la existencia de un complot para desestabilizar las instituciones del Estado. Dirigiéndose a los comandantes de las regiones militares y a la policía, durante su visita a Mwakiro (Noreste del País), el Jefe del Estado ha afirmado que tres hombres políticos y tres oficiales - dos del ejército y uno de la policía - han realizado numerosas reuniones clandestinas para desestabilizar las instituciones de Burundi. El Jefe del Estado ha añadido que no quiere revelar de momento la identidad de los presuntos golpistas para tratar de "hacerles entrar en razón."
"La situación está tranquila, no hay movimiento de tropas o puestos de control" continúan nuestras fuentes "Los comentadores locales están divididos: algunos afirman que la alarma es real y que probablemente ha sido frenado a tiempo un auténtico complot. Otros, piensan por el contrario, que el Presidente ha querido conquistar la fidelidad de las fuerzas armadas y de seguridad. Estos comentarios, según sus argumentaciones, ponen de relieve dos hechos. El primero es que el Jefe del Estado ha denunciado el complot ante los altos cargos militares, durante una visita a la 14º región militar. El segundo es que el día antes de lanzar la alarma, el Presidente fue a jugar al fútbol en un lugar no particularmente seguro, aparentemente sin dar mucha importancia a su incolumidad. Podría ser también, que las informaciones que posee, el Presidente estuviera convencido de que el complot se encuentra sólo en su fase de preparación."
El Presidente Nkurunziza, un Hutu, subió al poder en agosto del 2005 después de una serie de elecciones vencidas por su partido, el ala política del ex movimiento rebelde Fuerzas por la Defensa de la Democracia. Los ex rebeldes entraron a formar parte del gobierno de transición. En febrero del 2005 se aprobó por medio de referendo la nueva Constitución y en los meses siguientes se han tenido las elecciones para la renovación del Parlamento y de las administraciones locales, de las que salieron vencedores los partidos Hutu.
La guerra civil (1993-2003) ha obligado además a un gran número de burundeses a abandonar sus viviendas. Se calcula que hay cerca de 300.000 refugiado burundeses amparados en el extranjero y unos 140.000 evacuados internos. Mientras en algunas zonas del País se está volviendo lentamente a la paz, se necesita un esfuerzo de la comunidad internacional para hacer que vuelvan a sus poblados de origen los prófugos y desplazados. Burundi, a su vez, acoge a cerca de 60.000 refugiados congoleños. (L.M) (Agencia Fides 8/3/2006 Líneas: 34 Palabras: 457)
