ASIA/FILIPINAS - Los Obispos piden prudencia y discernimiento antes de cambiar la Constitución

lunes, 5 febrero 2024

Manila (Agencia Fides) - Una confrontación, una reflexión, un discernimiento más profundo y amplio sobre las propuestas de revisión de la Constitución, para que el país no tome una pendiente peligrosa hacia el autoritarismo: esto es lo que están solicitando los Obispos de Filipinas ante la campaña de firmas para enmendar la Constitución de 1987.

“La iniciativa popular de enmendar la Constitución es de mal gusto”, ha señalado Pablo Virgilio David, obispo de Kalookan y presidente de la Conferencia Episcopal de Filipinas (CBCP), al comentar los motivos del comité que lanzó la iniciativa, apoyada también por Ferdinand Martin Romuáldez, actual presidente de la Cámara de Representantes y aliado del actual presidente Ferdinand Marcos Jr.

En una reunión virtual se han expuesto y explicado las razones de la Iglesia, en presencia de medios de comunicación, dirigentes de instituciones y comunidades católicas, representantes de organizaciones de la sociedad civil, Pablo Virgilio David y Mylo Hubert Vergara, presidente y vicepresidente de la CBCP respectivamente, Pedro C. Quitorio III, director de la Oficina de Comunicación de la Conferencia Episcopal, Colin Bagaforo, presidente de la Comisión Episcopal de Acción Social, Justicia y Paz.

"La enmienda de la Constitución no debe tomarse a la ligera porque esa Carta es fruto de la sangre, el sudor y las lágrimas del pueblo filipino", ha dicho David. El obispo ha querido recordar el contexto histórico que ha dado lugar a la actual Constitución: fue ratificada en 1987, cuando Filipinas recuperó la democracia tras la dictadura y el régimen marcial del ex presidente Ferdinand Marcos padre, padre del actual presidente Ferdinand Marcos Jr. Aquella Constitución pretendía, y sigue pretendiendo, "evitar que el país vuelva a caer en el autoritarismo" diseñando una república presidencial con un parlamento bicameral. Sin embargo, en el actual proyecto de revisión constitucional, el Congreso (la cámara baja) votaría las leyes y decidiría las enmiendas, mientras que el Senado perdería su papel de "poder igualitario", transformando de hecho el sistema en unicameral.

"Nos gustaría iniciar conversaciones, debates y estudios en profundidad en nuestras parroquias y comunidades eclesiásticas de base, especialmente si todavía hay fuerzas que presionan a favor de un cambio de la Carta en cualquiera de sus formas", ha dicho el obispo Pablo Virgilio David. De hecho, "si falta educación y concienciación pública sobre el asunto, la petición popular será algo engañosa", ha proseguido, sugiriendo el camino de "un enfoque más sinodal" para examinar la cuestión, tanto dentro de la Iglesia católica, "como en el espíritu del ecumenismo y el diálogo interreligioso".

Mylo Hubert Vergara ha subrayado a continuación la necesidad de educar a los jóvenes en esta cuestión: "Cuando se trata de elecciones o de opciones de política pública, los jóvenes deben ser conscientes de lo que está ocurriendo, de modo que puedan cultivar la mentalidad adecuada para tomar las decisiones correctas", ha afirmado.

El obispo Colin Bagaforo, presidente de la Comisión Episcopal de Acción Social, Justicia y Paz de la CBCP, ha señalado que "no es del todo negativo enmendar la Constitución, pero sin duda esto requiere un proceso claro y ordenado. Si existe esta intención, el componente educativo es crucial". "La consulta debe llegar a una base lo más amplia posible, para que podamos entender los pros y los contras, así como tomar el pulso a la nación y sacar a la luz los problemas a los que se enfrenta el país”.

El padre redentorista Amado Picardal, observador agudo de la política filipina, se ha preguntado: "¿Por qué se apresura el gobierno de Marcos a cambiar la Constitución? ¿Es realmente necesario? ¿A quién beneficiará?". "La razón principal presentada por los proponentes es contar con nuevas disposiciones económicas favorables y beneficiosas para las empresas, especialmente para los inversores extranjeros y sus socios locales. Sin embargo, el Congreso, bajo la anterior administración del presidente Rodrigo Duterte, ya ha aprobado leyes ordinarias que facilitaban a los inversores extranjeros operar en Filipinas. El cambio de la Constitución no está incluido en el plan económico a largo/medio plazo del gobierno. Si no es necesario por razones económicas, ¿cuál es realmente el motivo de la maniobra de Marcos-Romualdez? Sólo podemos sospechar que es política. Más allá de las medidas económicas, el objetivo podría ser cambiar la forma de gobierno. Si esto fuera cierto, podría ser un medio para "perpetuarse en el poder". Por último, los rumores de prácticas corruptas son motivo de preocupación, ya que en varias zonas del país se afirma que los peticionarios prometen (o proporcionan) ayuda financiera a quienes firman la petición”.
(PA) (Agencia Fides 5/2/2024)


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