ÁFRICA/NÍGER - La presión exterior para restablecer la democracia es necesaria, pero ¿será eficaz?

miércoles, 9 agosto 2023 golpe   militares  

Niamey (Agencia Fides) - "Los golpistas de Niamey se inspiran en los ejemplos de Bamako y Uagadugú, cuyas juntas resistieron a las sanciones y se opusieron a la "comunidad internacional" y a la CEDEAO (Comunidad Económica de los Estados de África Occidental), al tiempo que apenas se comprometían a volver a un gobierno democrático", afirma Rahmane Idrissa, investigador sobre Níger en la Universidad de Leiden.
"Como en estos otros países, la junta de Níger goza actualmente de la adulación de la opinión pública. Pueden interpretarlo como una forma de legitimación que les exima de tener que volver al proceso democrático", explica el investigador. "Mientras tanto, el clima ideológico que presiona a favor de la ruptura con Francia y Occidente también contribuirá a allanar el camino al autoritarismo, aunque se le podría criticar a Occidente por hacer la vista gorda ante las tendencias autoritarias del PNDS (el partido del depuesto presidente Mohammed Bazoum)."
Refiriéndose a las juntas golpistas de Malí y Burkina Faso, Rahmane Idrissa afirma que "los acontecimientos de Burkina Faso y Malí indican que, tras aproximadamente un año, el apoyo genuino a las juntas se reduce a los ideólogos comprometidos y a quienes han apostado su futuro por este régimen. Los demás tienden a aceptarlas porque los cambios materiales en sus vidas son mínimos. El resultado es una forma de regresión política, aunque la democracia practicada bajo el gobierno de Ibrahim Boubakar Keita en Malí o el sistema Gouri de Níger (sistema de cooptación de la oposición que vació de sentido el sistema democrático, ed.) apenas han logrado progresos".
"En los tres países, por tanto, la restauración democrática sólo puede venir de la presión exterior, la de la CEDEAO/ECOWAS en particular", prosigue el académico. "Pero en Níger, esta presión ha empezado mal. El golpe ha pillado desprevenida a Nigeria, exasperada por la sensación de haber sufrido demasiados golpes de Estado, y bajo un líder - Bola Tinubu - que está decidido a dar a la CEDEAO/CEDEAO una auténtica impronta nigeriana (aunque los nigerianos saben y entienden muy poco de sus vecinos francófonos), por lo que su respuesta ha sido severa. Incluye amenazas de intervención militar junto con sanciones como cortar el suministro eléctrico de Níger, más del 70% del cual procede de Nigeria. Los golpistas de Niamey, ingenuos al no esperar esta reacción, han respondido con indignación: retirando embajadores, rompiendo acuerdos y negándose a recibir emisarios".
El escenario que se avecina, según Idrissa, es sombrío: si los golpistas consiguen consolidar su dominio y mantienen su intransigencia, negándose a alcanzar cualquier compromiso con los nigerianos y los occidentales, el resultado probable será la retirada de los militares europeos y de la ayuda al desarrollo (por no decir de la financiación humanitaria) y la continuación de las sanciones de la CEDEAO/ECOWAS. Sanciones que probablemente será más perjudicial para Níger que para Malí, aumentando el sufrimiento de la población nigerina", afirma Idrissa, que concluye recordando dos incógnitas: "la actitud de los estadounidenses, que querrán mantener sus bases en el desierto, y la de los rusos, en caso de que la junta decida invitarlos a entrar en Níger bajo la apariencia de la compañía Wagner”.
(L.M.) (Agencia Fides 9/8/2023)


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