ÁFRICA/NÍGER - ¿Un golpe de Estado anunciado? Entre el sistema político bloqueado y las ambiciones de los militares, un primer análisis del golpe

martes, 1 agosto 2023 golpe   militares  

Niamey (Agencia Fides). Todavía es demasiado pronto para hacer un análisis en profundidad del golpe militar en Níger, pero es posible hacer algunas consideraciones con la ayuda de Rahmane Idrissa, investigador nigerino de la Universidad de Leiden.
La primera consideración es que el ejército nigerino tiene una amplia tradición de golpes militares. "El propio presidente Mohamed Bazoum había escapado a un intento de golpe el día antes de su investidura, y hace poco se frustró otro intento mientras se encontraba en Turquía", recuerda Idrissa. "Con tal frecuencia, y con la aparente creencia de los militares de que no ser sólo un órgano del Estado, sino un actor político por derecho propio, las posibilidades o los riesgos de que un golpe de Estado tuviera éxito eran grandes".
"Níger tiene pues, como mínimo, un problema con su ejército. Es un ejército estructuralmente golpista", subraya el investigador, que afirma: "El pasado mes de febrero me entrevisté con un alto oficial del ejército nigerino y salí de la entrevista asombrado. Al parecer, el ejército estaba lleno de gente que planeaba un golpe de Estado". Por tanto, un golpe anunciado.
El sistema político, tras los vaivenes ligados al intento del presidente Mamadou Tandja (en el poder de 1999 a 2010, cuando fue depuesto por los militares) de buscar un tercer mandato mediante una enmienda a la Constitución, parece cada vez más autorreferencial e insensible a las demandas de la población.
El partido gobernante, el Parti nigérien pour la démocratie et le socialisme (PNDS-Tarayya), bajo la dirección del presidente Bazoum, "no es un partido de compromiso, sino de dominación", afirma Idrissa. "El principal efecto de esta ambición era utilizar los recursos del poder para conseguir lo que los nigerinos llamaban 'el aplastamiento' (de los demás partidos políticos). El arma más utilizada en este sentido era la posibilidad del ‘nomadismo político’, es decir, el hecho de cambiar de afiliación, como diputado, cuando se había sido elegido en un determinado partido político". Un "nomadismo político" utilizado también en el vecino Malí por Ibrahim Boubacar Keïta, el ex presidente derrocado por un golpe militar, recuerda el investigador.
El sistema político de Níger ha conservado la apariencia de una democracia, pero en realidad se ha convertido en una especie de régimen de partido único, con una oposición, por un lado, cooptada y, por otro, afectada por las investigaciones judiciales.
"La peligrosa consecuencia de esta evolución es que si la política no puede desarrollarse en su propio terreno, el de las relaciones entre los partidos políticos y las actividades en el seno de las instituciones políticas (Asamblea Nacional, asambleas regionales y municipios), lo hacen donde no deben: la administración y el ejército", señala Idrissa.
"Por tanto, podemos afirmar que el PNDS es en parte responsable de este golpe", afirma el investigador, que lo describe como un "golpe oportunista" cuyos autores se han inspirado en los golpes militares de Malí y Burkina Faso y han explotado el descontento de la población nigerina con respecto a la situación económica y de seguridad (actividades yihadistas en el suroeste y sureste) y el resentimiento popular contra Francia, que también fue utilizada por el ex presidente Tandja como chivo expiatorio de los males del país.
(L.M.) (Agencia Fides 1/8/2023)


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