ASIA/CHINA - El Triduo Pascual celebrado de nuevo en las diócesis chinas bajo el signo de la comunión

Pekín (Agencia Fides) - Después de tres años de pandemia, las comunidades católicas de China han reanudado por fin las solemnes celebraciones del Triduo Pascual, y están viviendo intensamente este "tiempo fuerte" que representa la culminación de todo el año litúrgico.
Tras la solemne celebración del Domingo de Ramos y la gran participación de los bautizados en la "Jornada nacional de colecta por las víctimas de las catástrofes naturales" (véase Fides 1/4/2023), las diócesis católicas de China han vuelto a celebrar también la Misa Crismal, liturgia en la que se manifiesta la unidad de la Iglesia local en torno a su Obispo, y después la Misa in Coena Domini, con el lavatorio de los pies.
Durante la Misa Crismal, presidida ordinariamente por el obispo en la catedral, se han consagrado los Santos Óleos: el Crisma (utilizado para administrar los sacramentos del bautismo, la confirmación y el Orden), el óleo de los catecúmenos y el óleo de los enfermos. Además, los sacerdotes de la diócesis han renovado las promesas hechas el día de su ordenación sacerdotal.
Alrededor de setenta de los ochenta sacerdotes que forman parte del clero diocesano han asistido a la Misa Crismal de la diócesis de Shanghai, presidida en la catedral por el obispo Joseph Shen Bin. En su homilía, el obispo Shen Bin ha invitado a todos a reconocerse pertenecientes a una misma familia. El martes 4 de abril, en su discurso con ocasión de su reciente toma de posesión (véase Fides 4/4/2023), el mismo Obispo había dicho, entre otras cosas, que "la diócesis nos pertenece a todos" y que nadie en la comunidad eclesial puede actuar como si la vida de la diócesis no le concerniese.
En la catedral de la diócesis de Baoding, la misa crismal, presidida por el obispo Francis An Shuxin, ha sido concelebrada por 43 sacerdotes. Durante su homilía, tras explicar el valor de la consagración de los óleos, el obispo ha destacado también que la oficina litúrgica diocesana ha tenido que reimprimir los folletos para la liturgia, proporcionar cantidades suplementarias de óleos y organizar rápidamente la producción de 60 nuevas casullas, dado el gran número de sacerdotes que han concelebrado la misa crismal.
En la diócesis de Xi'an, unos 50 sacerdotes han celebrado la Misa Crismal en la catedral dedicada a San Francisco. A la liturgia han asistido también seminaristas de los seminarios mayor y menor, y religiosas de la Congregación del Sagrado Corazón.
En la diócesis de Sanyuan, el obispo Joseph Han yingjin ha presidido la liturgia solemne, y durante su homilía ha exhortado a todos los sacerdotes a recordar "la promesa, hecha el día de nuestra ordenación sacerdotal, de dedicar nuestras vidas a la misión de anunciar el Evangelio". El obispo ha invitado a todos los bautizados a apoyar a los sacerdotes con la oración y la cercanía en su común preocupación apostólica, para que también hoy "la Iglesia sea luz del mundo y testimonio del amor de Dios".
Asimismo, en las misas celebradas en las provincias de Jiangxi y Jiangsu, las homilías han hecho hincapié en la comunión, en la obra del Espíritu Santo, en que los sacerdotes están llamados a vivir entre ellos y con el obispo "para anunciar el Evangelio, servir a la diócesis y a todos los bautizados", quienes a su vez están invitados a "cuidar de sus sacerdotes".
En Hohhot, Mongolia Interior, el obispo Paul Meng Qinglu también ha lavado los pies a 12 laicos en la misa Coena Domini, invitando a todos a "imitar la humildad y la misericordia de Jesucristo, a manifestar el espíritu de amor y de servicio recíproco". Todos los participantes han tomado parte también en una solemne procesión eucarística, seguida de la adoración del Santísimo Sacramento.
(ZN) (Agencia Fides 7/4/2023)

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