ASIA/FILIPINAS - Mensaje del movimiento "Silsilah" para el Ramadán: redescubrir juntos los valores espirituales

miércoles, 22 marzo 2023 cuaresma   ramadán   islam  

Zamboanga city (Agencia Fides) - Los fieles musulmanes de Filipinas, nación asiática de gran mayoría católica donde vive una comunidad musulmana de unos seis millones de personas, concentrada en el sur del archipiélago, han comenzado el mes sagrado del Ramadán, que empieza el 22 de marzo para los musulmanes de todo el mundo.
Mientras la comunidad de creyentes musulmanes que vive en Manila se reúne en la "Mezquita Dorada" de Quezon City, en la gran isla de Mindanao, al sur de Filipinas, el movimiento "Silsilah" para el diálogo islámico-cristiano, iniciado por el misionero del Pontificio Instituto para las Misiones Extranjeras (PIME) padre Sebastiano D'Ambra, promueve experiencias de diálogo y proximidad con quienes profesan el Islam en un territorio donde las tensiones y la violencia están siempre a la vuelta de la esquina.
En un mensaje publicado por "Silsilah" con motivo del comienzo del Ramadán, se recuerda que "en una sociedad que está perdiendo valores espirituales, el Ramadán nos dice a todos que el ayuno y la oración son importantes. Debemos inspirarnos mutuamente, cristianos y musulmanes, en la buena voluntad y el amor". Además, el 2023 tiene una particularidad importante: "Este año el Ramadán coincide con la Cuaresma cristiana: para las dos comunidades, cada una con su especificidad, significa dar tiempo y espacio a la penitencia y a la oración, que educan el corazón humano en el amor a Dios y en la misericordia hacia el prójimo. Es la base para vivir la coexistencia armoniosa entre nuestras comunidades".
Recordando "la importancia del ayuno y la oración", el mensaje señala que "estas prácticas permiten vivir una vida cercana a Dios" y de hecho unen a musulmanes y cristianos, "aunque difieran en su fe y sus enseñanzas sobre Dios".
El movimiento señala: "De hecho, creemos en el mismo Dios como creador de todo. Son tiempos difíciles para la humanidad. Nos asaltan guerras y calamidades. Es importante reforzar el deseo común de ayudarnos unos a otros, guiados por el espíritu de oración y penitencia que se expresa también en la cooperación mutua y la solidaridad". La llamada lanzada es a "responder a esta realidad haciendo lo que podamos y ayudándonos mutuamente, caminando juntos como hermanos y hermanas", y "abriendo y la puerta de nuestros corazones a las personas de otras religiones": "Formamos parte de la misma familia humana y juntos constituimos una fraternidad humana".
(PA) (Agencia Fides 22/3/2023)


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