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Huè (Agencia Fides) - Los laicos católicos de Vietnam están plenamente implicados en el proceso sinodal y aportan una valiosa contribución a las obras de apostolado en las parroquias; su contribución es crucial sobre todo para retomar contacto con aquellos que, habiendo sido bautizados, se han alejado de la vida de fe. Así se desprende del camino de encuentro y reflexión realizado en los últimos meses en las distintas diócesis vietnamitas. Una etapa de este camino, dedicada en particular a la profundización de la misión de los fieles laicos en la Iglesia, ha sido celebrada en los últimos días, en el santuario mariano de La Vang, en la diócesis de Huè. La asamblea ha tenido como título: “Los laicos en la sinodalidad de la Iglesia”, y ha sido organizada por la Comisión para los laicos de la Conferencia Episcopal. Además ha contado con la asistencia de 520 delegados laicos de las distintas diócesis.
Entre los argumentos tratados en el transcurso de los trabajos, los presentes han podido profundizar en los temas como: “Los laicos y sus obras apostólicas"; "Los laicos y el anuncio del Evangelio en las comunidades"; "Los laicos y la misión ad gentes".
Los participantes han coincidido en afirmar que "todos los miembros del Pueblo de Dios, sacerdotes, religiosos y laicos, están llamados a respetar la vocación personal de cada uno, encontrándose, escuchándose y discerniendo juntos". El objetivo, como se ha dicho entre las conclusiones, es "estar unidos para participar en el anuncio del Evangelio, cada uno en su propio estado de vida", compartiendo el servicio pastoral a la comunidad, con especial atención a los pobres, los jóvenes y las familias.
Los laicos católicos de Vietnam – siempre según lo emergido durante la conferencia -, están llamados a contribuir a las iniciativas misioneras y al anuncio del Evangelio mediante el diálogo, la promoción de la vida espiritual y la proximidad a cada familia, a través de un testimonio de fe en la vida ordinaria.
Además, los delegados presentes han podido escuchar y compartir sus experiencias mutuas de apostolado, haciendo preguntas, expresando dudas y preocupaciones sobre su experiencia en las diferentes iglesias locales.
Joseph Nguyen Chi Linh, arzobispo de la archidiócesis de Hue, ha comentado al respecto: “Hoy tenemos aquí la imagen de una Iglesia dinámica. Se abre una nueva oportunidad en la vida de fe de la Iglesia en Vietnam, que requiere la concienciación de los laicos para participar y colaborar activamente en la misión de la Iglesia, que no está sólo en manos del clero o de las órdenes religiosas”. El Arzobispo ha destacado en particular “el espíritu de comunión de los laicos que, en solidaridad y fraternidad, pretenden ser 'piedras vivas' en la Iglesia”. En particular, refiriéndose a la vida de las parroquias, ha señalado que “la colaboración entre el clero y los laicos está orientada al bien del Pueblo de Dios, a responder a los deseos y necesidades de la gente en las comunidades”.
Emmanuel Nguyen Hong Son, obispo de la diócesis de Ba Ria, también ha querido abordar cuestiones relacionadas con el apostolado de los laicos, señalando especialmente que hoy, en la vida de las comunidades cristianas, asistimos a una "hemorragia" de bautizados que, por diversas y variadas razones de índole cultural y social, se alejan de la vida sacramental y de la participación comunitaria. En Vietnam, donde la vida de la Iglesia suele caracterizarse por un fuerte arraigo de los bautizados en las parroquias, se trata de un fenómeno especialmente doloroso y que suscita interrogantes: “El Espíritu Santo –ha dicho el Obispo- es el que, como una lengua de fuego, hace salir a la asamblea de los apóstoles de su lugar de encuentro y los envía al mundo. Escuchemos al Espíritu Santo para ser iluminados en la labor de reevangelización de nuestras comunidades: partamos primero de nosotros mismos para ser transformados por Él; así transmitiremos a los demás lo que hemos experimentado. Pidamos a Dios la gracia de conducirnos de nuevo a Él y de poner en práctica su Palabra”.
Las conclusiones del encuentro han sido encomendadas a Joseph Tran Van Toan, obispo de Long Xuyen y presidente de la Comisión para los Laicos de la Conferencia Episcopal Vietnamita, quien ha aportado más elementos de análisis sobre el fenómeno de los que se alejan de la práctica de la fe: “La razón profunda de los que se alejan de Dios es que no se sienten amados y no perciben ni reconocen el amor de Cristo que la Iglesia está llamada a dispensar y testimoniar. En las parroquias, es importante que los fieles laicos mantengan el contacto con estas personas, puedan visitarlas y pedir la gracia del Espíritu Santo para ellas. Pedimos al Espíritu Santo que nos ilumine para que, a través de nuestra presencia, el corazón de la persona visitada sea tocado por Dios. Cuando encontremos o visitemos a una persona que se ha alejado de la fe, mostremos amor y recemos por ella, permaneciendo amables y humildes, viviendo nosotros mismos la fe en primer lugar, para favorecer el encuentro personal con Cristo”. El camino para reavivar la fe, ha dicho, es a través de los sacramentos, como la Confirmación, la Eucaristía y la Confesión, porque “sólo a través de la reconciliación con Dios es posible alcanzar la paz y la felicidad del corazón”.
Monseñor Joseph Tran Van Toan también ha querido dar algunas indicaciones sobre la catequesis para los laicos, que “no puede limitarse sólo al camino para recibir los Sacramentos: seguir la catequesis es educarse en la fe, profundizar, rezar, adorar y vivir esa fe, y siempre es necesario”. El objetivo de toda catequesis, ha continuado explicando, Ees volver a poner a Dios en el centro de la propia vida: realizar y abrazar a Dios, el Absoluto, que guía cada paso de nuestra existencia”.
Por último, el obispo ha dado las gracias a los más de 50.000 catequistas laicos de todo Vietnam que, en las parroquias, se esfuerzan por llevar el Evangelio y acompañar la vida de fe de niños, jóvenes, adultos y familias.
(PA_DH) (Agencia Fides 19/10/2022)
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