Roma (Agencia Fides) - “Todavía me encuentro en Brasil después del encuentro de 'Fidei Donum' italianos en América latina, dónde ha sido unánime el deseo de nuestros sacerdotes de continuar el servicio misionero en otras Iglesias, cuando ha llegado la dolorosa noticia de la muerte de don Andrea en Turquía" escribe Mons. Giuseppe Andreozzi, Director de la Oficina para la Cooperación misionera entre las Iglesias de la CEI (conferencia Episcopal italiana) y Director nacional de las Obras Misionales Pontificias comentando la muerte de don Andrea Santoro, sacerdote Fidei Donum de la Diócesis de Roma, asesinado el 5 de febrero en Trabzon. "Los testimonios sobre don Andrea muestran su gran ardor misionero y el deseo de desgastarse en las difíciles fronteras de la evangelización de los pueblos para que el Evangelio suscite fraternidad entre las personas y los pueblos, las culturas y las religiones. Cuanto más las locuras de los hombres parecen hacer difícil este objetivo, la muerte de don Andrea es el grano que cae por tierra y la fe ayuda a creer que dará fruto de ulteriores vocaciones y servicios misioneros."
Entre los numerosos testimonios de solidaridad llegados de los sacerdotes Fidei Donum, de misioneros y de las Iglesias locales, Mons. Andreozzi cita el mensaje que Su Exc. Mons. Luigi Bressan, Arzobispo de Trento, Presidente de la Comisión episcopal para la evangelización de los Pueblos y la Cooperación entre las Iglesias de la CEI, que ha enviado al Cardenal Camillo Ruini y a la Iglesia de Roma. Mons. Bressan se une al sufrimiento de la Iglesia que está en Roma, "por la pérdida de un hijo tan generoso que se ofreció como "Fidei Donum" para estar al servicio de una comunidad aunque fuera pequeña en tierra turca y para la promoción del diálogo y la colaboración entre grupos religiosos de diversa inspiración". "Pido para que él esté en la luz de Cristo - continúa el mensaje - que presentaba a los fieles en el ministerio pastoral en Roma y que deseó hacer conocer también en tierra lejana, con generoso espíritu misionero". El arzobispo Bressan espera que don Andrea, "mártir por amor a Cristo y a su Iglesia", interceda ahora desde el cielo para que todas las parroquias "tengan realmente un rostro misionero y la controversia entre los grupos religiosos se transforme en plena libertad religiosa, en mutuo respeto, diálogo constructivo y colaboración para todo el mundo”.
Los sacerdotes diocesanos "Fidei Donum" toman el nombre de la encíclica del Papa Pñio XII, la "Fidei Donum", del 21 de abril de 1957, en la que el Papa pide a los Obispos de las diócesis más antiguas enviar sacerdotes y laicos como "un dono" de la fe a las diócesis de las jóvenes Iglesias de África. Este llamamiento se extendió también luego a otros continentes. En estos meses se están promoviendo una serie de iniciativas para una reflexión y un lanzamiento de este servicio misionero con vistas al 50° aniversario de la publicación de la Encíclica. (S.L) (Agencia Fides 8/2/2006, Líneas: 37 Palabras: 542)