ASIA/VIETNAM - Año Nuevo Lunar marcado por la solidaridad y el intercambio

viernes, 28 enero 2022 fiesta   iglesia católica   solidaridad  

Ho Chi Minh (Agencia Fides) - El Tet, el “Año Nuevo Lunar” que se celebra el 1 de febrero, es la mayor fiesta del año para los vietnamitas. Durante estos días, la gente de todo el país se prepara para vivir la fiesta del Tet, tanto física como espiritualmente. En esta ocasión, muchas organizaciones sociales y religiosas donan alimentos y dinero a los pobres para que toda la gente disfrute del ambiente alegre y cálido de la fiesta del Tet.
“El camino que debemos recorrer y practicar para estar unidos en Jesús es entrar en relación y compartir con todos, especialmente con los pobres, como hizo nuestro Salvador”, dice a la Agencia Fides el P. Joseph Pham Ba Lam, sacerdote de la parroquia de Hoa Hung, perteneciente a la archidiócesis de la ciudad de Ho chi minh. El párroco y los fieles de la comunidad han llevado regalos a 166 familias pobres, en los días previos al Tet, para que pudieran comprar comida y ropa para celebrar el Año Nuevo Lunar.
El P. Peter Huynh Phuc Hau, párroco de la iglesia de O Mon, en la diócesis de Can Tho, también ha pedido su comunidad parroquial que se una ayudar a los pobres, para llevar la alegría de la primavera a todos, diciendo: “Ustedes, feligreses, pueden ahorrar una pequeña parte de sus gastos familiares para ayudar a los vulnerables, a los sin techo, a los ancianos solos y débiles, a los enfermos crónicos. Cada una de vuestras ayudas es un regalo precioso y significativo para ellos en este momento tan especial”. Con el objetivo de ayudar a tantas familias pobres a celebrar un feliz Año Nuevo, el sacerdote de 49 años espera: “Seguro que habrá muchos corazones bondadosos que se unirán para llevar el calor amoroso de la caridad”. El deseo de llevar un ambiente alegre y acogedor a los demás con motivo del Año Nuevo Lunar está extendido por todo el país, y en las parroquias y diócesis católicas adquiere un carácter especial, unido a la fe en Cristo. Obispos, párrocos y líderes católicos no dejan de difundir mensajes de buenos deseos para un nuevo año lleno de salud y colmado de las bendiciones de Dios.
Según la tradición vietnamita, la fiesta del Tet es un momento para visitar a los amigos y parientes para compartir el amor y la amistad. Por ello, asociaciones religiosas, organizaciones gubernamentales y comunidades de todo Vietnam intercambian visitas para consolidar la amistad y la solidaridad. En una reunión del Tet con dignatarios de diferentes religiones en la ciudad de Danang, el 24 de enero, el presidente del Comité Popular de Danang expresó su sincero agradecimiento a las organizaciones cristianas por su contribución a la sociedad en un momento difícil debido a Covid-19.
Para los católicos vietnamitas, el ambiente de compartir durante el Año Nuevo Lunar es una prolongación del espíritu vivido durante la época navideña, en la que los líderes civiles y religiosos no cristianos acuden a los hogares y a las sedes episcopales y parroquiales para ofrecer sus buenos deseos a los católicos.
Las autoridades civiles han señalado en varias ocasiones que la plena participación de los católicos en la vida social de la nación, en cualquier circunstancia, es un beneficio para la misma, recordando que “los fieles no sólo adoran a Dios, sino que también aman a su nación”. Apreciando especialmente el espíritu de solidaridad, que forma parte de la tradición nacional y contribuye a la prosperidad y el bienestar colectivo del país.
El vicepresidente permanente de la Asamblea Nacional, Tran Thanh Man, que visitó en las últimas semanas el Arzobispado de Ciudad Ho Chi Minh y luego la Casa Episcopal de la Diócesis de My Tho, señala: “En 2021, nuestro país se ha enfrentado a muchas dificultades y desafíos, especialmente a causa de Covid-19. Las actividades económicas y productivas se vieron gravemente perjudicadas. En esta situación, muchos institutos religiosos, órdenes religiosas y parroquias han hecho todo lo posible para proporcionar asistencia sanitaria a los pacientes, así como ayuda a los pobres, los desempleados y los nuevos pobres. Este compromiso ha mostrado el rostro del catolicismo que ha ayudado a las personas a superar las dificultades. Esperamos que se sigan promoviendo estas obras de compasión”.
Monseñor Nguyen Van Kham, obispo de My Tho, dando las gracias a las autoridades civiles, ha confirmado que la “comunidad católica está colaborando en la construcción del país, para hacerlo más próspero y más bello”. Mons. Joseph Nguyen Nang, Arzobispo de Ho Chi Minh, ha asegurado a los fieles católicos que seguirán contribuyendo, con fervientes oraciones y obras de misericordia y caridad, al desarrollo de la nación.
(AD-PA) (Agencia Fides 28/1/2022)


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