Lagos (Agencia Fides) – África, más que nunca, tierra de contradicciones, dividida entre la búsqueda de la modernidad, impuesta, a menudo, por el occidente, y la reaparición de usanzas que violan los derechos del hombre. Es emblemático el caso de Nigeria, que el próximo 26 de septiembre lanzará el primer satélite proyectado y construido en África, y que, al mismo tiempo, se prepara para lapidar una pobre mujer por adulterio. Del lanzamiento de la piedra, al lanzamiento del satélite. Salta en mente una escena de la película “2001 Odisea en el espacio”; aquélla en la que, un trozo de hueso lanzado por un primitivo se transforma en una nave espacial, simbolizando el progreso cumplido por la humanidad en milenios de historia. Ahora, en el 2003, el progreso tecnológico y la barbarie del incivismo jurídico conviven, no sólo en Nigeria o en el continente africano, claro está, pero el caso de Nigeria es tan evidente que se puede usar como símbolo de esta humanidad tan atormentada.
Cabría esperar, de todas formas, que el programa espacial nigeriano sirva para fines pacíficos, por ejemplo para crear satélites que asistan a los países africanos a mejor aprovechar los propios recursos: pensemos en los satélites de teledetección y en los meteorológicos, o bien en los de telecomunicación. Se pueden imaginar una serie de satélites para la educación a distancia y otros más. Entonces sí que el lanzamiento nigeriano se convierte en un evento que celebrar todos aquellos a quienes les importa el futuro de África. Esperemos, en cambio, que el proyecto no tenga también fines militares. Por otra parte, hasta hace 10 años, era el racista Sudáfrica quien perseguía ambiciones espaciales, con una clara finalidad militar. El fin del Apartheid provocó, en fin, la detención del programa, dejando el primado del espacio a Nigeria.
(L.M.) (Agencia Fides 9/09/03)