ÁFRICA/NIGERIA - El Arzobispo Dal Toso en el Congreso Nacional: "El mes misionero extraordinario es un punto de partida"

sábado, 26 octubre 2019 animación misionera   obras misionales pontificias   mes misionero extraordinario  

Benin city (Agencia Fides) - El Mes Misionero Extraordinario que la Iglesia está experimentando en este octubre de 2019 no es solo una celebración, sino que debe ser un punto de partida para que nuestras Iglesias asuman el mandato misionero en la vida eclesial diaria con mayor responsabilidad: lo ha reiterado el Arzobispo Giampietro Dal Toso, Presidente de las Obras Misionales Pontificias (OMP) al tomar la palabra el 25 de octubre en el Congreso Nacional Misionero de Nigeria, en la ciudad de Benin, que tiene por tema "La Iglesia de Cristo en Misión en Nigeria" (véase Fides 24/10/2019). “No podemos permanecer indiferentes – ha continuado Dal Toso – frente a un mundo cambiante y a tantas personas que piden luz y esperanza. Sobre todo, no podemos olvidar la razón por la cual existimos como Iglesia, como comunidad cristiana: ‘Id y proclamad el Evangelio a toda criatura, bautizándola en el nombre del padre, del hijo y del Espíritu Santo’”.
La organización del Mes Misionero Extraordinario fue encomendada por el Papa a las Obras Misionales Pontificias y a la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. "Nuestras Obras Misionales Pontificias tienen un significado preciso, porque comparten y apoyan esta misión de la Iglesia", ha subrayado el Arzobispo. También el Concilio Vaticano II y los Papas después del Concilio reiteraron la importancia de las Obras Misionales Pontificias. En el mensaje de la Jornada mundial de las Misiones de este año, el Santo Padre las define como "una red global que apoya al Papa en su compromiso misionero con la oración, alma de la misión y la caridad de los cristianos en todo el mundo". En su discurso, el Presidente de las OMP, en su primera visita a Nigeria, se ha centrado en el significado de la misión, “que se basa en el mandato de Jesús, y que para la Iglesia no es una opción entre muchas, sino que pertenece a su naturaleza, refleja y realiza lo que la Iglesia es. Sin embargo, debemos tener cuidado – ha advertido -, sobre el hecho de que la misión no equivale a difundir una ideología, una cultura o una nueva moralidad, sino a garantizar que cada persona pueda recibir el don del Espíritu Santo, pueda encontrarse personalmente con el Señor Jesús que nos libera y nos salva”. “Por este motivo, en la tradición de la Iglesia, la proclamación del Evangelio siempre va acompañada del sacramento, que realiza existencialmente en nosotros, lo que el Evangelio anuncia y promete”, ha añadido Dal Toso. Por lo tanto, “al centro de la misión está la proclamación de Cristo muerto y resucitado, el kerygma, tanto sujeto como objeto de nuestra misión, en la medida en que es Él quien nos envía y es Él a quien anunciamos”, ha reiterado con énfasis el Arzobispo. Citando al Papa Francisco, Mons. Dal Toso ha señalado que hay que profundizar continuamente en el kerygma y, por lo tanto, también debe anunciarse a aquellos que ya están bautizados y que aún necesitan fortalecer, consolidar y madurar su fe en Cristo. Luego deteniéndose a hablar sobre el tema de la inculturación y de la implantatio ecclesiae, Mons. Dal Toso ha explicado que uno de los elementos fundamentales es la creación de una cultura cristiana, entendida como un estilo de vida concreto, que se manifiesta en el pensamiento y las costumbres de un pueblo. “No se trata solo del problema de cómo el Evangelio debe adaptarse a la cultura, sino también de cómo la cultura debe adaptarse al Evangelio y cómo el Evangelio produce una nueva cultura, como siempre lo ha hecho en la historia desde la época de los Padres de la Iglesia”. Muchos son los campos de la vida social que deben evangelizarse gracias al testimonio y la obra de los cristianos, especialmente de los laicos, llamados a ser la levadura evangélica del ambiente en el que viven, trabajan, operan, para transformarlo a la luz del Evangelio. Luego el arzobispo Dal Toso ha centrado su atención en la familia: "Debemos evangelizar a la familia, para que las familias puedan convertirse en evangelizadoras". Al respecto, ha citado la iniciativa de las OMP en Paraguay, de las "Familias misioneras", surgidas hace unos 10 años, cuando algunas familias comenzaron a visitar a otras familias para llevarles la Buena Nueva del Evangelio. Actualmente hay más de 5.000 familias que también han comenzado su misión en otros países latinoamericanos. Por último, el Presidente de las OMP ha propuesto a las familias católicas que lean el Evangelio todos los días juntos, como una forma de oración común, útil para profundizar el conocimiento de Jesucristo y para crear lazos de verdadera comunión.
(SL) (Agencia Fides 26/10/2019)


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